Es algo que a todos nos sucede en algún momento: preferimos aguantar el sufrimiento de retener un gas cuando nos encontramos rodeados de otras personas. Sin embargo, estudios de profesionales en materia, han revelado que por los graves daños que esto ocasiona, sería mejor pasar la pena. Veamos si es bueno aguantarse los gases:
Podría llegar a ser letal
Clare Collins, una respetada experta en proctología, ha afirmado que «aguantarse lleva a más presión y mayor incomodidad». Una acumulación de gas intestinal puede desencadenar distensión abdominal, con algo de gas reabsorbido en la circulación y exhalado en la respiración”. Prácticamente, es como si el gas literalmente saliera expelido por la boca.
Collins añadió que cuando uno resiste soltar una flatulencia, lo más seguro es que se acumulará ese gas y se formará uno nuevo mucho más grande y así sucesivamente, hasta que sea imposible de controlar y la vergüenza se hace peor.
Sin embargo, todavía la comunidad científica no está del todo de acuerdo con las consecuencias que conlleva aguantarse un pedo. Las versiones se encuentran divididas; algunos afirman que se originan principalmente inflamaciones intestinales y diverticulitis, entre otros males.
No respeta edad, género ni condición
Todas las investigaciones concuerdan con que no se diferencian los hombres de las mujeres, en cuestión de pedos. Ambos promedian cerca de ocho gases en 24 horas. Aunque en momentos de dormir, también hay producción de flatulencias inconscientes.
Muchos de los pedos son inoloros, pero cuando los gases van cargados de azufre, el olor es fétido. Este mineral va presente en alimentos como las lentejas, los frijoles, los garbanzos, los lácteos, las coles, los espárragos, entre otros.
Los médicos dicen que si se han ingerido y se presenta una urgencia de dejar soltar una flatulecia, lo mejor es salir y hacerlo en un sitio apropiado.
Cuando a la gente le cae mal una comida, al poco rato de haberla consumido, el cuerpo comienza a lanzar unas señales, que son nada más ni nada menos que uno o una serie de gases.
El hombre que murió por aguantar un pedo
Así le sucedió a Jorge, un mexicano que en cierta ocasión, fue invitado a cenar por su suegra. Apenas terminaron la comida, sintió la pesadez estomacal y la inflamación de su vientre. La charla estaba muy amena y de repente comenzó a sentir los primeros gases, con los que luchó al principio sin tanto problema.
Ya después se fueron acumulando y estaba a punto de reventar, pero no podía permitirse dejar escapar ni medio gasesillo por temor a quedar en ridículo en frente de su enamorada y la mamá- Así trascurrieron las horas y ya casi las 9 de la noche, se levantó de la mesa con un espasmo estomacal que lo hizo caer al piso del dolor.
La chica preocupada por su novio gritaba que por favor llamaran una ambulancia, que por fortuna, llegó a tiempo y lo trasladaron al centro hospitalario más próximo. No obstante, nada pudieron hacer los galenos, y el joven perdió la vida casi una hora después de su ingreso.
De acuerdo con el diagnóstico del médico que lo recibió, la causa del deceso fueron unos divertículos que se le formaron en el intestino grueso, todo por aguantarse exageradamente la salida de los gases durante un largo tiempo. Eso desencadenó en una peritonitis crónica y por supuesto, el fallecimiento.
Realmente, la sociedad nos ha hecho ver muchas cosas naturales y simples, como algo de mal gusto y asqueroso. Así sucede con los gases, que son generados por la acción digestiva en los intestinos y el aire que entra al cuerpo.
Consecuencias nefastas
Si no se expulsan correctamente las flatulencias, la salud se puede ver gravemente perjudicada. Todo comienza con un fuerte dolor de estómago, luego se hincha el abdomen. Un poco más tarde, el olor ya es intenso y si sigue trascurriendo la lucha por aguantarse, la peritonitis no se hace esperar, junto con la diverticulitis.
Para evitar estas molestias y peligros, los médicos recomiendan una alimentación balanceada rica en fibra, libre de lácteos, carnes rojas, grasas, harinas refinadas, frituras y en cuanto las hortalizas, se deben evitar o comer un mínimo de frijoles rábanos coliflor, brócoli, pepino, cebollas, entre otros.
Algo en lo que más coinciden y son más radicales los médicos, es en que los pacientes deben a como dé lugar abandonar los refrescos gaseosos y las cervezas, ya que su consumo implica un montón de gases en el intestino y serios daños en todo nivel. Si el refresco se bebe con popote, las consecuencias se triplican.
De la misma manera, comer chicle promueve la formación de gases, por la ingesta involuntaria de aire. Hay un buen número de factores negativos que producen estos comestibles, como las bebidas frías en la noche, que desencadenan numerosos pedos todo el tiempo en la noche.
Imagen: pixabay.com