Durante años ambos países dedicaron ingentes esfuerzos a la construcción de una tecnología capaz de llevar a los hombres más allá de las fronteras trazadas por la atmósfera planetaria, tecnología que llevó a que descubriéramos muchísimas cosas sobre el espacio y a que aprendiéramos, por primera vez en nuestra historia, que no estamos atados al suelo que nos sostiene.

En la actualidad un conflicto parecido, aunque mucho más subterráneo, parece estarse gestando entre la nueva potencia emergente – China – y los siempre tradicionales Estados Unidos. En este caso el objetivo no es conquistar el espacio, sino brindar evidencias de aquellos que nos acompañan en este proceso.

FAST

Hace poco – para ser precisos, hacia comienzos del presente año – se comenzó la fase final del que será uno de los mayores radiotelescopios del mundo. Denominado FAST por las autoridades chinas, se construirá en la provincia de Guizhou en la que incluso se desplazó a más de 9.000 habitantes con el objetivo de que no intervinieran con las señales que recibía el telescopio.

El gigantesco dispositivo, equipado con un plato de recepción de unos 500 metros de diámetro, detectará las más tenues señales de radio provenientes del espacio con la esperanza de obtener información relativa a posibles sociedades que, como la nuestra, utilicen las ondas de radio para comunicarse. El telescopio tendrá una sensibilidad al menos dos veces mayor que el de Arecibo, considerado hoy por hoy el más sensible del mundo.

El súbito interés de los chinos por el espacio ha resultado sospechoso. En particular, resulta interesante que hagan una inversión titánica en el estudio de las ondas de radio, las cuales, aunque pueden usarse para detectar cosas como estrellas de neutrones, suelen vincularse con la posibilidad de encontrar otras civilizaciones.

Ovnis

Durante décadas la sociedad china se caracterizó por su hermetismo: muchas cosas que pasaban allí no se sabían en el extranjero… o, a veces, ni siquiera dentro del mismo país. Una de ellas, particularmente notoria, era aquella relativa a los objetos voladores no identificados, cuya existencia se negó y ocultó por años.

Recientemente este hermetismo se ha roto del todo, al punto que la noticia de que en los últimos 5 años 3 aeropuertos chinos tuvieron que cerrar temporalmente por la aparición de uno de estos objetos. Esto, de la mano con la construcción del Telescopio FAST, ha llevado a varios a postular que China se encuentra en medio de una carrera por anunciar la existencia de vida extraterrestre.

Algunos le apuestan a revelaciones en el futuro cercano por parte de las autoridades chinas

¿Estados Unidos también estaría interesado?

En el 2011, según algunas fuentes de aquel país, recorrió china un video en el que Barack Obama afirmaba que pensaba liberar pruebas de la existencia de vida extraterrestre. El asunto, que no trascendió en occidente, tuvo gran importancia en el país asiático.

Lo más posible es que Obama no se refiriese a la existencia de archivos clasificados, sino a la demostración mediante investigaciones que la vida se ha desarrollado en otros centros planetarios. China parece haber tomado el desafío y se encuentra ahora buscando pruebas.

Si las cosas siguen así, como en aquella primera confrontación esta podría convertirse en una oportunidad única para aprender del espacio y, quién sabe, quizás incluso podríamos encontrarnos con los elusivos rastros de una sociedad semejante a la nuestra en un sistema solar vecino.

Fuente de imágenes: 1: lamentiraestaahifuera.com, 2: amusingplanet.com, 3: espanol.cntv.cn