¿Una posible causa del apocalipsis?
Mucho se habla en la cultura y la ciencia popular sobre los efectos de la reversión de los polos magnéticos y cómo un fenómeno de este calibre podría afectar seriamente nuestra sociedad. Estas afirmaciones normalmente se relacionan con las predicciones del apocalipsis realizadas por civilizaciones antiguas (el caso más reciente es el de la profecía maya para el 21 de diciembre del 2012), que, se postula, habrían predicho este evento catastrófico.
Pero ¿en qué consiste exactamente la reversión del campo magnético terrestre? La mayoría de personas se imaginan un escenario apocalíptico en el que, de pronto, todos los dispositivos electrónicos dejan de funcionar y el clima de la tierra comienza a enloquecer. En verdad se trata de un proceso mucho más gradual, pero también más peligroso.
De acuerdo con los científicos, una reversión del polo magnético dura varios miles de años y ocurre, en promedio, 5 veces cada millón de años. Sin embargo, la investigación de los restos geológicos ha indicado a los científicos que hubo periodos inmensos (de hasta 50 millones de años) en los que no sucedió ninguna reversión magnética. El último de estos periodos habría sido en el cretácico, en torno a los 80 millones años en el pasado.
La reversión del polo terrestre no es problemática en sí misma. El problema, afirman los científicos, se debe a que cuando sucede hay un debilitamiento generalizado del campo magnético terrestre. Esta consecuencia indeseada de la reversión implica un aumento de la radiación cósmica y del peligro de los seres vivos en la superficie.
Un fenómeno peligroso, pero no apocalíptico
De acuerdo con los científicos, ninguna inversión del campo magnético ha llevado a una extinción en masa en el pasado. Curiosamente, la radiación conocida como “viento solar” genera una especie de campo provisional que, aunque más débil que su homólogo terrestre, permite a la vida sobrevivir estos periodos de transición. Sin embargo, hemos sido afortunados, pues la conjunción de una reversión con un fenómeno cósmico como una supernova o una explosión solar podría fácilmente costarle la vida a millones de criaturas en la superficie.
Pero el peligro real para nosotros no es nuestra vida… es nuestra dependencia de un sistema complejo de comunicaciones electrónicas. Aunque el campo provisional proteja nuestra integridad física, una reversión magnética seguramente tendría como consecuencia la completa destrucción de los satélites y los aparatos electrónicos. ¿Será capaz la humanidad de sobrevivir sin ellos?
¿Podremos sobrevivir?
La respuesta es que seguramente sí… pero a costa de la muerte de millones de personas. Dependemos demasiado de los sistemas de transporte y organización de la producción, y no digamos de aparatos electrónicos que regulan y organizan los cultivos. La mecanización, además, depende también de dispositivos electrónicos.
Así que vale la pena preguntarnos, ¿qué tan probable es que en el futuro cercano se dé un episodio de reversión del campo magnético? La respuesta, un tanto aterradora, es que seguramente ya estemos en medio de uno:
La principal prueba para esto es el constante y progresivo debilitamiento del campo magnético, que, de acuerdo con los cálculos de varias instituciones, habría perdido entre el 10% y el 20% de su fuerza en los últimos 2 siglos. Esto, de por sí peligroso, indicaría que de seguir el ritmo actual en uno o dos milenios estaríamos ante un fenómeno de reversión completa… algo de lo que bien podemos no preocuparnos. Pero recientes evidencias indican a los científicos que el proceso se estaría acelerando cada vez más.
En efecto, un indicador de este fenómeno es el movimiento del polo magnético terrestre. A mediados del siglo XIX, cuando el polo se delimitó por primera vez, se descubrió que se movía a algo menos de 10 kilómetros anuales. Hoy, este mismo polo se está moviendo a casi 50 kilómetros anuales: ha quintuplicado su velocidad en menos de dos siglos y se dirige hacia las regiones rusas de Siberia desde Canadá, donde se encuentra actualmente ubicado.
Así mismo, una investigación reciente de científicos de la Universidad de California en Berkeley (UCB) ha determinado que, aunque normalmente un proceso largo, la reversión puede darse en menos de un siglo. Una vez comienza el periodo de inestabilidad (en el que ya estamos desde hace varios siglos), el sistema puede o no colapsar… pero una vez lo hace la reversión podría tomar el lapso de una vida humana.
Este nuevo descubrimiento se basó en el análisis de sedimentos y rocas provenientes del norte de Italia, que se crearon hace exactamente 786 mil años, cuando se dio la última reversión del campo magnético en la historia de la tierra. Desde entonces, el campo se ha mantenido estable… parece ser que hasta la actualidad. Y esta reversión, de acuerdo con sus mediciones, habría sucedido tras un largo periodo de inestabilidad y habría durado menos de un siglo.
La posibilidad de que un evento así suceda en poco tiempo (en el lapso de algunas generaciones) parece ser bastante alta. Si bien es poco probable que nosotros (e incluso, que nuestros hijos) sean testigos del evento, sigue siendo posible, y en todo caso indica que necesitamos crear un sistema de defensa ante la inminente catástrofe.
Una humanidad responsable estaría orientando sus esfuerzos en esta dirección, pero nosotros tenemos demasiadas preocupaciones y hemos sido incapaces de solucionar incluso nuestros problemas más básicos. Si las cosas siguen como van, es probable que en un siglo – incluso menos – la catástrofe se cierna sobre nuestros descendientes. ¿Qué opinas? ¿Será la reversión del campo la última trompeta del apocalipsis?
Fuente de imágenes: 1: indagadores.files.wordpress.com, 2: libertaliadehatali.files.wordpress.com, 3: starviewerteam.com