Milagros médicos
Contrario a la creencia popular, pocas enfermedades son completamente mortales. Incluso en el caso de las enfermedades más letales (de las que hablábamos en este artículo) suele existir una remota posibilidad (así sea de menos del 1%) de que la persona sobreviva.
Por supuesto, pertenecer a la ínfima mayoría capaz de sobrevivir, digamos, al ébola, puede considerarse en sí mismo un milagro, pero no hay que subestimar el papel de las estadísticas en este aspecto. En cualquier caso, alguien se habría salvado.
Sin embargo, existen casos en los que individuos se han visto rodeados de un escenario desfavorable y tras una serie de coincidencias bastante dicientes terminan por salvar su vida o superar su enfermedad. Casos vinculados a la curación de problemas insolubles (como la ceguera o la sordera) pueden contarse en este grupo.
Y, seguramente mejor que nadie, es el caso de Chucky McGivern el que ilustra estos milagros médicos inexplicables.
Comienza la pesadilla
Todo comenzó en diciembre de 1982, tres semanas antes de navidad, en un área residencial de Filadelfia (en los Estados Unidos, cómo no). Una tarde, el pequeño Chucky (entonces con apenas 7años) regresó de la escuela con síntomas de varicela, algo que se considera normalmente una molestia pero para cuya mejora solo hay que esperar.
Su madre, sin mayor preocupación, le indicó reposo y permaneció a su lado. Con creciente ansiedad vio como la situación de su hijo se deterioraba rápidamente convirtiéndolo apenas 3 días después del incidente en una sombra, pálida, del niño alegre que fuese anteriormente. Cuando su hijo se desmayó y no volvió en sí pese a los esfuerzos de su madre, lo llevaron de inmediato al hospital de Rolling Hill.
Los doctores de aquella institución, aunque determinaron que el pequeño en efecto tenía varicela, no fueron capaces de encontrar la causa de su crítica situación (que evidentemente no era la varicela). No sería hasta ser trasladado al Hospital Infantil de Filadelfia que los médicos pudiesen determinar la causa de su malestar: una rara enfermedad degenerativa conocida como el Síndrome de Reye.
La enfermedad
Esta dolencia afecta el hígado, el sistema nervioso, los riñones y el cerebro, y suele resultar fatal para los niños, en particular a una edad temprana… como la de Chucky. El pequeño se conectó a una máquina para mantenerlo con vida y a los desconsolados padres no les quedó más que esperar.
San Juan Neumann
Nancy y Chuck McGivern, los dos padres del niño, eran personas moderadamente religiosas que, sin embargo, llevaban bastante tiempo alejados de la Iglesia. Sin embargo, en la angustia de la enfermedad decidieron recurrir a la oración, única acción que podían tomar en aquel momento. Varios familiares les dieron medallas alusivas a santos y una en particular atrajo la atención de Nancy: la medalla de San Juan Newmann: una figura religiosa que había sido obispo de Filadelfia hacia mediados del siglo XIX y había sido canonizado por el Papa Pablo VI. Este personaje, según la tradición estadounidense, habría realizado varios milagros dentro de los cuales el más impresionante fue la completa inmunidad a la epidemia de fiebre tifoidea que parecían tener los fieles de su parroquia.
Por esta razón, la desesperada madre decidió concentrar toda su fe y sus esperanzas en San Juan Newmann y clavar las medallas, con varios pines de seguridad, a la almohada de su hijo. Entretanto, los padres no volvieron a abandonar el cuarto… y firmaron los papeles para la donación de órganos de Chucky.
Eventos extraños
Todo comenzó con una aparición. Un niño de apariencia pobre, de unos 11 o 12 años, se presentó ante Chuck McGivern en la sala de espera del Hospital pidiendo ver a su hijo. El padre, aunque confundido, no pensó mucho en el asunto y ni siquiera notó cuando el joven se desvaneció. Este personaje, de aire vagabundo, apareció varias veces y fue visto por médicos y enfermeras sin que ninguno le prestara mayor atención. Una vez comenzaron a buscarlo, desapareció.
Poco tiempo después, las medallas del Santo comenzaron a aparecer boca abajo. Necesariamente alguien tendría que haberlas volteado, pues para hacerlo era necesario retirar los pines de seguridad y volverlos a colocar cuidadosamente. Sin embargo, nadie en el Hospital afirmó haberlas tocado, y los padres (que permanecían permanentemente junto a su hijo) tampoco habían notado nada extraño.
Imágenes de San Juan Newmann comenzaron a aparecer en las paredes, pegadas chapuceramente, y el pequeño visto por Chuck volvió a presentarse ante los doctores, preguntando por Chucky y desapareciendo una vez se comenzaba su búsqueda. Estos eventos, que se repitieron en varias ocasiones, terminaron por convencer a los padres de que algo muy extraño estaba sucediendo.
La imagen de San Juan Neumann en su infancia
Crisis y recuperación
Pero pese a los signos, Chucky seguía empeorando. Su estado alcanzó tal gravedad que se solicitó la presencia de un sacerdote para darle la extremaunción. Sin embargo, el padre sintió que la situación ya había pasado por su peor momento y así dijo a los padres.
En cuestión de horas, en una recuperación verdaderamente fantástica, Chucky se pudo levantar de la cama. En poco más de 12 horas pasó de ser un vegetal en su lecho de muerte a recuperar la consciencia y la movilidad. No quedaban trazas de su dolencia y los padres, alborozados, pudieron llevárselo al hogar ante la atónita mirada del equipo médico. Para mayor sorpresa, el pequeño afirmó haber visto a un niño de unos 11 o 12 años haciéndole compañía en sueños, uno cuya descripción encajaba bastante con la de la aparición misteriosa.
Algunos días más tarde, visitando el Sagrario de San Juan Newmann como agradecimiento por lo que, consideraban, había sido un milagro, Chucky se detuvo frente a una imagen. Paralizado, les dijo a sus padres que ese era el niño que le había acompañado durante su enfermedad y que había ayudado a su recuperación.
La imagen representaba a San Juan Newmann cuando tenía 12 años.
Por supuesto, volviendo al punto, es posible que alguien sea curado de una enfermedad crónica, solo que muy poco probable. Sin embargo, este caso nos muestra una serie de sucesos inesperados que difícilmente pueden considerarse coincidencias y que parecen indicar que, en efecto, la curación de Chucky McGivern fue un milagro. Milagro obrado por San Juan Newmann.
Fuente de imágenes: 1 y 3: unsolvedmysteries.wikia.com, 2: worldmeeting2015.org