No todas las celebridades acumulan y acumulan grandes fortunas, para satisfacer su ego y sus placeres, sino que algunos personajes de gran renombre que ya partieron de este mundo, demostraron que en verdad les importaba el dolor de sus semejantes y por ende, no sólo dedicaron gran parte de sus riquezas, sino también emprendieron grandes obras filantrópicas gracias a las cuales hoy, se les considera como “los famosos que están en el cielo”:
Paul Walker
A diferencia de una gran cantidad de estrellas de la farándula que hacen eco de sus obras de caridad, Paul prefería hacerlo lo más silenciosamente posible. Sólo hasta luego de que perdiera la vida en un accidente con su vehículo, se conoció uno de los actos más generosos y bondadosos del actor.
Se encontraba en una costosa joyería y en ese momento entró una pareja a probarse un anillo de matrimonio, pero cuando escucharon los precios, disimularon y dijeron que otro día pasaban. El actor sintió mucha compasión, al ver aquellos enamorados sin la posibilidad económica de adquirir aquel objeto de gran valor sentimental. Entonces, Walker pagó el total del valor: 9 mil dólares y solicitó que fuera llevado de manera anónima a los novios.
Elvis Presley
Mucha gente quedó eternamente agradecida con el legendario músico, pues éste solía obsequiar automóviles nuevos. Le encantaba comprar coches último modelo, pero no para su uso, sino para hacer felices a los demás, a quienes sueñan con algún día poseer un flamante auto, pero sus posibilidades son mínimas.
Un día se encontraba en un concesionario y se percató de que una mujer miraba un flamante Cadillac con una expresión muy frustrada. Él se le acercó y le preguntó que si le gustaría tenerlo y, obviamente, ella respondió que sí. Él pagó el valor completo del automóvil.
Esa noche, en un masivo programa radial, el locutor bromeando dijo que ojalá a él también Elvis le regalara un Cadillac. Nunca imaginó que el famoso lo estaba oyendo y sin dudarlo, le obsequió el codiciado carro. Se dice que en vida, regaló alrededor de un centenar de Cadillacs, Audis, Mercedes y otros autos de alta gama.
Mario Moreno Cantinflas
Este inolvidable cómico mexicano, se caracterizó por ser uno de los famosos más sensibles con la sociedad. Su rasgo más chistoso y sobresaliente era su peculiar bigote, que combinaba perfectamente con su forma graciosa de hablar, comportarse y vestirse. Su estilo se popularizó al punto en que la Real Academia Española aceptó el concepto de “el idioma cantinflesco”.
Su furor empezó en el año 1950, cuando llegó a ganar por año, una suma que bordeaba el millón y medio de dólares, por lo que se posicionó como el comediante que más ganaba dinero en el mundo. Sus propiedades eran extensas y lujosas, pero jamás se olvidó de los pobres que representaba en sus papeles actorales.
DE acuerdo con su biografía, Cantinflas donaba la mitad de sus ingresos a entidades en pro de los menos favorecidos y familias de escasos recursos en la capital mexicana. En una ocasión, en 1966, realizó una donación de 175 mil dólares, en apoyo a casi 300 familias de personas en la miseria, en una colonia deprimida de la Ciudad de México. También construyó decenas de casas para los desfavorecidos.
La princesa Diana de Gales
Aunque sus ropas eran del más fino algodón de la realeza, ella no veía inconveniente en acompañar brigadas humanitarias de la Cruz Roja, como por ejemplo en Bosnia y Angola, con los afectados por las minas antipersona, así como muchas otras causas sociales, entre las que se destaca su inmenso apoyo a los infectados de VIH.
De acuerdo con los informes que han presentado algunos medios, Lady Di brindó un importante apoyo a más de 100 organizaciones enfocadas en los más pobres y marginados del planeta. Por eso, el día de su funeral, las aglomeraciones eran impresionantes.
Michael Jackson
El libro de los Guinness Récords lo catalogó como “el artista que más dinero donó a la caridad en la historia”, superando los 300 millones USDT.
Desde muy niño, cuando cantaba con los hermanos Jackson, dicen los testimonios que con sus primeras ganancias, compraba enormes cantidades de caramelos, para regalarlos a todos los niños del vecindario que habitaba. Luego, mientras su dinero aumentaba, sus obras de caridad también, como regalar numerosos libros a la Biblioteca Pública de Chicago y promover campañas de lectura entre los jóvenes.
De ahí en adelante, el Rey del Pop se caracterizó por realizar enormes esfuerzos por la población más vulnerable y donaba fortunas enteras a causas nobles.
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