De acuerdo con diversas profecías de videntes de varias épocas, la corona del Vaticano al final de los tiempos, pertenecería a un personaje muy singular, que muchos apuntan a que se trata del papa Francisco.
Jorge Mario Bergogli sería el Papa de las profecías
Según las profecías de San Malaquías, ese último papa sería “Petrus Romanus”. Se debe tener en cuenta, que a ningún papa lo llamó por su nombre real, sino con un título profético que describía alguna caracteristica principal del pontífice. Por ejemplo, a Juan XXIII lo llamó “Pastor & nauta”. A Pablo VI, como “Flos Florum”. A Juan Pablo I, como “De medietate lunae” y así sucesivamente, correspondiendo de manera muy acertada el sobrenombre con los rasgos específicos de cada papa. Ni qué decir de Juan Pablo II, a quien llamaría “De labore Solis”, que significa “Del eclipse solar” y quien nació el 18 de mayo del año 1920, en pleno eclipse solar.
Sobre el último, que se sospecha es Francisco, dijo literalmente:
“En la última persecución de la Santa Iglesia Romana, se sentará Pedro el Romano, quien alimentará a la grey en muchas tribulaciones: y cuando estas cosas hayan terminado, la ciudad de las siete colinas [Roma será destruida y el Juez terrible juzgará a su pueblo. Fin”.
Pero, ¿qué tiene que ver Francisco con Petrus Romanus?
En realidad, el papa Francisco se llama Jorge Mario Bergoglio, un nombre y apellido muy italiano, pues de allí es su descendencia. También ha insistido demasiado en autodenominarse como el “Obispo de Roma”, un título que insistentemente prefiere, insinuando que le gusta más éste que Papa. De hecho, el Vaticano ofrece un buen número de títulos que puede ser seleccionado por el reclamante al Papado, pero Bergoglio sólo eligió “el Obispo de Roma”, que incluso resaltó en su primer discurso al salir del Cónclave. Dijo de manera literal:
“El deber del cónclave era dar un nuevo obispo a Roma. Parece que mis hermanos los cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo, pero aquí estamos”.
Estas palabras, sumadas a todo un conjunto de detalles coincidentes, han llevado a pensar que efectivamente se trata del último papa católico que presenciaría el fin del mundo. Revisando en la historia eclesial, ningún otro papa había hecho uso de ese título del “Obispo de Roma”. A partir de estos datos, muchos optaron por creer que Jorge Mario Bergoglio es el Petrus Romanus de las profecías de San Malaquías.
En el año 2014, una periodista le preguntó al Papa Francisco: “quería saber si cuando Usted viaja a Estrasburgo viaja, en su corazón, como sucesor de Pedro, como obispo de Roma, o como arzobispo de Buenos Aires…”. La respuesta fue inminente y muy clara: Francisco le dijo: “soy romano”.
Otro aspecto que podría coincidir, es que el cardenal argentino tomó el nombre de San Francisco de Asís, de procedencia italiana y cuyo segundo nombre era Pedro.
Curiosamente, también coinsidirían con la sprofecías de San Malaquias, las de Nostradamus que habla de un Papa negro, que muchos atribuyen a que Bergoglio es Jesuita.
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