Por lo general, cuando dos personas se casan, lo hacen con la ilusión y el firme propósito de unir sus vidas para siempre, o para ser más objetivos, emulando la frase ceremonial del matrimonio católico “hasta que la muerte los separe”. De esta forma, el matrimonio –tanto civil como eclesiástico se realiza idealmente entre dos enamorados que se comprometen a convivir, amarse y respetarse para el resto de sus días.
Separación y Divorcio
No obstante, esta pretensión puede en ocasiones no ser realizables, puesto que durante la vida y sobre la personalidad de cada uno de los contrayentes pueden producirse innumerables cambios, que lleven a que en algún momento alguno o incluso ambos tome la decisión de poner fin al vínculo matrimonial, el cual aunque se encuentre tipificado en un contrato legal y en ocasiones también con el sello religioso de la fe de los esposos, en realidad se trata de una relación sentimental, que puede terminarse.
Sin embargo, más allá de los sentimientos que pueden hacer perdurar o terminar dicho vínculo afectivo, al tratarse de una institución jurídica, el matrimonio necesita de una orden judicial para considerarse disuelto legalmente, siendo entonces un Juez Civil, quien también decide cómo se repartirán los bienes que se hayan generado dentro de la duración de la unión, e incluso cómo se manejarán el tema de las custodias y visitas de los hijos que hayan nacido dentro de esta unión.
A este trámite, por medio del cual un matrimonio civil es declarado terminado, dejando a las dos personas hábiles civilmente para establecer segundas uniones con terceros, se le conoce con el nombre de “divorcio”. Así mismo, según algunas legislaciones para que sea admitido en un tribunal la demanda de divorcio, por parte de algunos de los cónyuges, debe declararse y existir previamente una separación, es decir, el momento en que ambos esposos, aun cuando no haya una orden de disolución matrimonial por parte de un juez, deciden no permanecer dentro de la vida conyugal, cambiando incluso de domicilio, asumiendo roto entonces su relación.
Concepción del divorcio
Hasta el siglo XIX era impensable –aun cuando en la práctica las parejas se separaban o vivían en la misma casa sin convivir- que una institución pudiera declarar roto un matrimonio, sobre todo porque en ese momento esta institución era religiosa, no jurídica. No obstante, luego de unos años de existir el matrimonio civil, comenzó a existir también el divorcio, siendo Francia el primer país en ponerlo en práctica, desde el año 1804. Desde entonces los otros países fueron adoptando paulatinamente esta práctica legal, que ponía punto final al matrimonio, aun cuando las religiones no lo admitan o reconozcan.
Sin embargo, aun cuando hoy en día es un hecho común que algunas parejas se divorcien, en realidad sigue siendo un hecho asumido con tristeza, tanto por los esposos, las familias y la sociedad en general, pues un divorcio también implica el final de una familia, lo cual no puede alegrar a nadie. Así que aunque sea un hecho socialmente aceptado, el divorcio sigue siendo un asunto controvertido, que todos luchan por evitar, pues en ocasiones puede ser traumático, e implicar el sufrimiento y pena de los involucrados y allegados.
Frases célebres sobre el divorcio
De hecho, la existencia y realidad del divorcio es tal, que los hombres y mujeres más importantes de la Historia, en algún momento se han pronunciado sobre él, a favor o en contra, bien porque lo estén viviendo en carne propia, o simplemente queriendo definir un fenómeno en auge durante su época. De esta forma, resulta pertinente entonces revisar algunas de las frases sobre el divorcio, que han pronunciado o escrito algunos de los más célebres intelectuales, políticos, artistas o celebridades. A continuación, algunas de ellas:
Montesquieu El divorcio es indispensable en las modernas civilizaciones. (Montesquieu)
El divorcio es indispensable en las modernas civilizaciones. (Montesquieu)
Una frase que permite ver cómo dentro de las sociedades modernas comenzó a gestarse la necesidad de una instancia jurídica que permitiera la disolución del matrimonio es esta, pronunciada por el escritor e ideólogo francés Charles Montesquieu, quien firmemente hablaba de lo indispensable que resultaba en la sociedad de ese momento que el matrimonio pudiera disolverse, sin necesidad de atar para siempre a los contrayentes, o vivir vidas separadas, pero sin la libertad jurídica para rehacer la propia vida. No obstante habrían que esperar al menos cincuenta años más para que Francia instaurara el Divorcio.
Marco Antonio Almazán El divorcio es la fe de erratas del matrimonio. (Marco Antonio Almazán)
El divorcio es la fe de erratas del matrimonio. (Marco Antonio Almazán)
En un sentido mucho más jocoso, este escritor mexicano contemporáneo hace una analogía editorial, afirmando que el divorcio es una especie de corrección o enmienda que se puede hacer, en caso de que el matrimonio devenga en un error. De esta forma se puede ver cómo a medida que avanzan los tiempos, la cultura va restando peso moral y dramático sobre este evento.
Luis Rojas Marcos El divorcio es un camino hacia la felicidad. (Luis Rojas Marcos)
El divorcio es un camino hacia la felicidad. (Luis Rojas Marcos)
Mucho más tajante, sarcástico e incluso polémico puede resultar el comentario de este psiquiatra contemporáneo, de origen español, quien levanta su voz, además como autoridad del comportamiento y sanidad mental humana, para indicar que el Divorcio es el camino hacia un estado de felicidad. En este caso, se podría pensar que quizás este profesional hacía referencia al infierno que puede vivir quien esté involucrado en una relación conflictiva y destructiva, siendo visto entonces el divorcio como una solución.
Tove Ditlevsen El pediría en caso de divorcio la mitad de todo dijo él. Medio sofá, medio televisor, media casa de campo, medio kilo de mantequilla, medio hijo. (Tove Ditlevsen)
El pediría en caso de divorcio la mitad de todo dijo él. Medio sofá, medio televisor, media casa de campo, medio kilo de mantequilla, medio hijo. (Tove Ditlevsen)
También con humor, esta escritora danesa contemporánea, coloca sin embargo su ojo sobre una realidad a veces dolorosa, para aquellos que se deciden por el divorcio, la cual tiene que ver con quedarse a media, pues según las leyes al momento de romperse la unión conyugal, ambas partes deben quedarse con la mitad de todo. Sin embargo, hay cosas que no pueden romperse en dos partes, como los hijos, lo cual implicaría tal vez una de las fases más difíciles de un divorcio.
Kurt Cobain Tomó años darme cuenta que el divorcio de mis padres no había sido mi culpa. (Kurt Cobain)
Tomó años darme cuenta que el divorcio de mis padres no había sido mi culpa. (Kurt Cobain)
En este sentido, cabe también revisar esta frase del vocalista de nirvana, Kurt Cobain, quien se declaró siempre como un hijo de padres divorciados, a quien le costó mucho superar esta vivencia. De esta forma, Cobain puede erigirse como la voz de algunos niños y adolescentes, quienes se pueden ver –cuando los padres no toman las previsiones necesarias- involucrados y afectados por la disolución del vínculo de progenitores, asumiendo en algunos casos que ellos son los responsables directos, lo cual –de acuerdo a lo indicado por la Psicología- generaría depresiones, baja autoestima, sentimientos de culpa, problemas de adaptación, rebeldía e incluso situaciones de autocastigo.
Groucho Marx El matrimonio es la principal causa de divorcio. (Groucho Marx)
El matrimonio es la principal causa de divorcio. (Groucho Marx)
Finalmente, en la sociedad prevalece también la necesidad de quitarle un poco el halo terriblemente dramático que cubre la disolución de una familia y la repartición de los involucrados, por lo que cada vez se vuelve más común que los humoristas hagan chistes referidos a esta situación. Un ejemplo de ello lo establece esta frase del cómico estadounidense contemporáneo Groucho Marx, quien con fino humor señala incluso que la forma perfecta de acabar con lo doloroso de un divorcio es evitar a toda costa el matrimonio, lo cual hablaría también de una visión sobre la época actual, en donde las personas prefieren no comprometerse hasta que se encuentran totalmente seguras de que en realidad será para siempre, aunque nunca se puede saber qué pasará en el futuro.
Imagen: pixabay.com