Desde mediados del siglo XX, la Democracia comenzó a ser considerada como la mejor forma de gobierno, así como el estado político a defender a ultranza, de ahí que se haya convertido en tema de debate para los pensadores, intelectuales y políticos de esta centuria, cuyos aportes vinieron a unirse a los promulgados por aquellos filósofos que durante cientos de años han indicado que es el pueblo el que debe ser responsable del destino de su nación.

Sin embargo, antes de abordar algunas de las tantas frases u oraciones que pueden existir en torno a la Democracia, puede que lo más conveniente sea revisar de forma breve cuál es la definición exacta que la Academia reconoce para el concepto Democracia.

Definiciones de Democracia

No obstante, siendo un tema discutido por las distintas generaciones de pensadores, desde la antigua Grecia, puede resultar un poco complejo escoger una sola definición de las muchas que existen al respecto. De esta manera, la forma más objetiva de aproximarse a una definición de Democracia puede que sea tomando en consideración el registrado por la Real Academia Española de la Lengua, institución esta que le concede una entrada en su Diccionario, en la cual se pueden leer las siguientes acepciones:

1. f. Forma de gobierno en la que el poder político es ejercido por los ciudadanos.
2. f. País cuya forma de gobierno es una democracia.
3. f. Doctrina política según la cual la soberanía reside en el pueblo, que ejerce el poder directamente o por medio de representantes.
4. f. Forma de sociedad que practica la igualdad de derechos individuales, con independencia de etnias, sexos, credos religiosos, etc. Vivir en democracia. U. t. en sent. fig.
5. f. Participación de todos los miembros de un grupo o de una asociación en la toma de decisiones.

Por ende, se puede entender que la Democracia es un gobierno en donde los ciudadanos tienen voz y voto, siendo los que deciden por cuáles rumbos transitará su Patria. Sin embargo, el concepto de Democracia también incluye otros aspectos, pues esta participación y protagonismo se lleva a cabo dentro de un clima de igualdad, ya que la Democracia plantea esencialmente que todos los ciudadanos son iguales en derechos y deberes.

De esta manera, la Democracia no sólo plantea la posibilidad de que los ciudadanos manden, sino que declara que cualquier ciudadano puede ejercer situaciones de poder, mientras que todos los bienes, derechos y servicios de la nación deben estar al alcance de todos sus miembros, en igualdad de condiciones, sin importar rasgos diferenciadores como el género, la apariencia física o la procedencia social.

Frases sobre la Democracia

Siendo entonces la Democracia tanto una forma de gobernar, como un sistema social en donde es constante discusión los Derechos Humanos de los individuos que se encuentran arropados por la misma nacionalidad, no es de extrañas que este tema haya llamado, durante siglos, la atención de los más importantes pensadores. A continuación, algunas de las frases más célebres con respecto a la Democracia:

Abraham Lincoln (1808 – 1865)

La democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo.

Dentro de los varios conceptos de Democracia que existen, puede que el más usado sea el promulgado por el político estadounidense del siglo XIX, Abraham Lincoln, para quien la Democracia partía y desembocaba en el pueblo, ya que era la comunidad de ciudadanos gobernándose a sí misma, para obtener lo mejor para sí.

Bajo esta lógica, la Democracia debía conducir directamente a la felicidad inmediata y segura de los ciudadanos que vivían bajo ella, puesto que sería ilógico que quien se manda a sí mismo pueda conducirse a otro destino que no sea la plenitud.

Octavio Paz (1914- 1998)

Sin democracia la libertad es una quimera.

Otra de las ideas que parece existir con respecto a la Democracia es su cercanía con la Libertad, tal como lo afirma el escritor mexicano del siglo XX, Octavio Paz, para quien sin Democracia simplemente era imposible que existiera Libertad.

En este orden de ideas, es importante señalar que esta asociación es plausible si se piensa que la Democracia, al constituirse como el gobierno del pueblo por el pueblo mismo conduce de inmediato a la Independencia y a la Determinación, pilares básicos de la Soberanía y la Libertad de la nación que los ostenta.

Woodrow Wilson (1856 – 1924)

Creo en la democracia porque da rienda suelta a las energías de todo ser humano.

Sin embargo, es necesario recordar que el mandar sobre una nación no constituye tan solo el tomar un cargo y hacer alarde de él, sino que el ejercicio del poder es en sí mismo un acto que necesita de un gran poder creativo, tanto para proponer futuros posibles, como para ir sorteando los obstáculos que aparezcan entre el objetivo y el presente.

Al ser la Democracia entonces un gobierno ejercicio por el pueblo, este sistema de gobierno, tal como señalaba en su momento el político y jurista estadounidense del siglo XX, Woodrow Wilson, venía a estimular la creatividad, la participación, el trabajo y el resto de las energías creadoras de todos los individuos que participaran de ella. Esto claro, si la Democracia se concebía como un proceso de protagonismo por parte del pueblo, y no de mera participación electoral.

Voltaire (1694 – 1778)

La democracia sólo parece adecuada para un país muy pequeño.

No obstante, aun cuando son cientos los intelectuales que abalan la Democracia como el sistema de gobierno más perfecto, hay otros que señalan sus falencias.

Un ejemplo de esto lo constituye esta frase del filósofo francés del siglo XVIII, Voltaire, para que la Democracia, si bien era un sistema de gobierno positivo, en la práctica era solo aplicable en países de pequeño tamaño, en donde la población quizás encontrara mucho más sencillo colocarse de acuerdo, al tiempo que era mucho más sencillo mantener el control del territorio.

Por el contrario, tomando como base este pensamiento de Voltaire, en un país muy grande, la Democracia podría conducir al desorden, o tarde o temprano al desacuerdo, la rebelión, las invasiones. Ergo, un país grande quizás debía ser dominado por otros sistemas de gobierno más restrictivos, verticales y efectivos para esta clase de extensiones.

Charles Bukowski (1920 – 1994)

La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes.

Empero, así como la Democracia tiene sus más fieles entusiastas, también posee detractores, o al menos aquellos que con un poco de sátira recuerdan que en la práctica la Democracia no se establece como la describen las ideas románticas y utópicas sobre la felicidad de las naciones.

Un ejemplo de este tipo de posiciones la constituye la frase del controvertido poeta del siglo XX, Charles Bukowski, para quien en verdad la Democracia, tal como había evolucionado, solo se diferenciaba de la Dictadura en que el pueblo podía elegir a aquellos que lo dominarían desde las elites del poder.

Y de hecho si se piensa, una Democracia moderna que no garantice mecanismos de participación directa para el grueso de la población, en realidad se encuentra un poco divorciada de su concepto original.

Woodrow Wilson (1856 – 1924)

El mundo debería ser un lugar seguro por la democracia.

Entre los distintos atributos que se le reconocen a la Democracia, se encuentra el de velar porque se respeten y se cumplan los distintos Derechos Humanos, por lo que se considera entonces que el vivir en Democracia es garantía de poder vivir teniendo derecho a la vida, la libertad, la salud, el reconocimiento, el libre desenvolvimiento de la personalidad, la educación, entre otros cientos de beneficios y libertades.

Por ende, de acuerdo a lo que declaraba el político estadounidense, Woordrow Wilson, en esencia el mundo debería ser seguro, solo porque la mayoría de los países se han decidido por la Democracia.

Monstesquieu (1689 – 1755)

La democracia debe guardarse de dos excesos: el espíritu de desigualdad, que la conduce a la aristocracia, y el espíritu de igualdad extrema, que la conduce al despotismo.

Además de sus defensores y detractores, la Democracia también cuenta con consejeros, quienes se han dado a la tarea de señalar cuáles son los peligros que este sistema de gobierno corre.

Dentro de ellos, se puede destacar por ejemplo el célebre político francés del siglo XVIII, Montesquieu, para quien la Democracia debía siempre buscar un equilibrio, que la librara de sus grandes enemigos: la Aristocracia, pues dejaría de ser una nación gobernada entre iguales, y el despotismo, puesto que al desorden podía sobrevenir una dictadura oportunista.

Jorge Luis Borges (1899 – 1986)

Democracia: es una superstición muy difundida, un abuso de la estadística.

Pero lejos de las quimeras, en realidad existen varias corrientes que son enfáticas en señalar que la Democracia, en realidad, es un sistema de gobierno irrealizable, por el solo hecho de que en naciones de gran tamaño, como las modernas, es imposible que todos los ciudadanos decidan el rumbo de la nación, por lo que simplemente eligen a unos cuantos que toman las decisiones, comunicándose con los que no, por medio de encuestas y estadísticas.

En este sentido, pensadores como el escritor argentino del siglo XX, Jorge Luis Borges, son de la opinión de que la Democracia puede ser definida en realidad como una de las grandes supersticiones modernas.

John Fitzgerald Kennedy (1917 – 1963)

La democracia es una forma superior de gobierno, porque se basa en el respeto del hombre como ser racional.

No obstante, con sus fallos y aciertos, o con sus quimeras y crudas realidades, la Democracia sigue siendo catalogada como uno de los sistemas de gobierno más humanistas y justos, puesto que deja de ver al ser humano como un objeto, y comienza a verlo como un individuo, pensante además, y dueño de sus propio destino.

De tal manera, tal como señaló en su momento el presidente de los Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, el hecho de que este sistema de gobierno concibiera al hombre como un ser racional, ya hacía que la Democracia fuese un sistema superior de gobierno.

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