Quizás no haya persona en el mundo que no haya experimentado el cansancio, sensación producida por un grado de agotamiento considerable, el cual puede aparecer bien sea por la realización de actividades que conduzcan a ella, o incluso por la simple ausencia de un periodo de descanso adecuado, acción dirigida precisamente a evitar este tipo de situación.
Cansancio espiritual
No obstante, aun cuando la noción de cansancio físico sea la más obvia, existen otros tipos, como por ejemplo el cansancio intelectual, pues la mente es también una instancia que puede agotarse o sentirse aturdida luego de una larga jornada de actividad cognitiva. Así mismo, aquello que la civilización occidental moderna llama espíritu o alma también puede encontrarse de vez en cuando afectada por el cansancio, el cual puede sobrevenir luego de un período de intensa actividad emocional, bien si esta es positiva o negativa. Ante esto, se puede concluir entonces, que tanto cuerpo, mente y espíritu o mundo emocional pueden verse seriamente afectados en el caso de estar expuestos a intensas jornadas de actividad, movimiento, sentimiento o pensamiento, sin que exista un momento para reanudar fuerzas.
Así mismo, la sensación de cansancio, aunque pueda ser entendida como una sensación natural, en ocasiones está concebida por el común denominador como una situación previa a la renuncia, el abandono o la decisión de dejar atrás un determinado hecho o situación, puesto que se suele pensar que lo que lleva al individuo a tomar una decisión radical, que implique poner fin a una situación propia o grupal es precisamente el cansancio, es decir, la sensación que empuja a la persona a no querer seguir en contacto con una circunstancia, sus causas y sobre todo las sensaciones negativas derivadas de ello. No obstante, muchas veces –cuando se decide esperar antes de tomar una decisión- luego de que la persona ha descansado y reanudado fuerzas, descubre que la ansiedad ha pasado, y entonces se cuenta con las fuerzas y el empuje intactos para seguir afrontando la situación o actividad que se requiere.
Frases del Cansancio
Perteneciente entonces a un rasgo fundamental de la condición humana, tanto física-biológica como emocional-psicológica, el cansancio es una sensación que también ha llamado la atención de las mentes y obras de algunos de los más importantes pensadores y artistas del mundo, quienes en aras de exponer sus ideas sobre este preámbulo de derrota han promulgado sentencias que han viajado a lo largo de los años, para que todas las generaciones futuras puedan nutrirse con ellas. A continuación, algunas de las frases más célebres sobre el cansancio:
Syd Barrett (1946-2006) La mente no tiene límites, pero sí cansancio.
La mente no tiene límites, pero sí cansancio.
Un ejemplo de ello lo constituye esta frase de Syd Barrett (1946-2006) vocalista de la famosa banda inglesa Pink Floyd, quien de forma tajante recordaba el gran potencial que puede tener la mente humana, reconociéndola como una entidad que carecía –parafraseando a este artista- de límites a nivel de creatividad, imaginación, comprensión y sabiduría. No obstante, esta capacidad asombrosa, no dejaba a la mente humana exenta, como todo factor humano, de la necesidad de descansar, puesto que aunque no tuviese límites para crear, era sensible a cansarse.
Joseph Joubert (1754-1824) En los trabajos del intelecto el cansancio previene al hombre de la esterilidad del momento.
En los trabajos del intelecto el cansancio previene al hombre de la esterilidad del momento.
Sin embargo, interpretando a este célebre ensayista francés, el cansancio no siempre debe ser interpretado de forma negativa, pues en ocasiones puede incluso representar una advertencia o una protección para el individuo. Ejemplos de esto puede ser cómo a nivel físico, el cansancio de una extremidad o zona corporal, le advierte al individuo la necesidad de reposo, en pro de evitar lesiones. En el plano intelectual, según Joubert, el cansancio también estaría protegiendo el intelecto del hombre, sólo que en lugar de una lesión, lo protege de un estudio estéril, en donde se adentre en algún tema que no venga a nutrir su saber, o que no produzca en realidad gran provecho, debido a que la mente no se encuentra en disposición de aprender.
Eric Hoffer (1898-1983) El mayor cansancio proviene del trabajo no realizado.
El mayor cansancio proviene del trabajo no realizado.
No obstante, este escritor estadounidense del siglo XX, Eric Hoffer, afirma –quizás previniendo a su sociedad sobre la importancia de no confundir cansancio con desánimo o pereza- que en realidad, aún con el cansancio sobre los hombros, debe colocarse un poco más de empeño, puesto que más allá de él –o a pesar de esta sensación- se debe cumplir a cabalidad con el trabajo propio, puesto que en realidad no responder a las propias responsabilidades, lejos de procurarnos un espacio para el descanso, en realidad puede ocasionar muchas más preocupaciones, e incluso mucho más agotamiento, al dejar acumulado para mañana, lo que se hubiese podido hacer con mucho más tiempo.
Rumi (1207-1273) ¿Cómo puede haber cansancio cuando está presente la pasión? Oh, no suspires con pesadez por la fatiga: ¡Busca la pasión, búscala, búscala!
¿Cómo puede haber cansancio cuando está presente la pasión? Oh, no suspires con pesadez por la fatiga: ¡Busca la pasión, búscala, búscala!
Por su parte, para este poeta persa del siglo XIII el cansancio se encuentra estrechamente relacionado con la ausencia de pasión. En este sentido, para interpretar las palabras de este escritor, si aparece el cansancio puede ser tomado como un signo de desánimo o desgaste emocional, por lo que la mejor forma de combatirlo es asumir siempre tareas o actividades por las que se sienta una gran pasión, a fin de que esta emoción alimente las fuerzas, físicas y espirituales, que se necesitarán para cumplir con la empresa que se ha trazado.
Joël Dicker A veces te vencerá el desaliento. No dejes nunca que te venza el cansancio o el miedo, utilízalo para avanzar, para seguir.
A veces te vencerá el desaliento. No dejes nunca que te venza el cansancio o el miedo, utilízalo para avanzar, para seguir.
Finalmente, esta frase extraída del libro La verdad sobre el caso Harry Quebert (2012) del escritor franco-suizo contemporáneo Joël Dicker deja un mensaje en donde se invita a que el individuo no se deje vencer ante los primeros indicios de cansancio –o de miedo, tal como completa la frase de esta novela- sino que por el contrario tome su aparición como el estímulo que lo lleve a doblar fuerzas, a fin de cumplir con el propósito que se ha trazado, en lugar de abandonar y renunciar a sus metas.
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