Otra perspectiva de los eventos en la Segunda Guerra Mundial
De entrada, tengo que advertir que este artículo podría ser interpretado por muchos (principalmente si tienen amigos o familia judía) como una ofensa. No es mi interés defender una postura radical que podría o no ser cierta, solamente deseo informar a los lectores de los fuertes cuestionamientos que algunas personas han hecho a lo que muchos consideran una verdad histórica incontrovertible. Las críticas varían en intensidad (dependiendo de quién las realice), pero están orientadas a la misma dirección: el Holocausto Judío sería un mito.
No estamos hablando de que los judíos no fueran discriminados en la Alemania Nazi, ni que el nazismo no tuviera visos de supremacía racial. Los negacionistas del Holocausto (o, como ellos se denominan, revisionistas) en su mayoría aceptan que hubo una persecución racial fuerte contra las minorías en la Alemania Nazi. Lo que niegan es los alcances (tan arraigados en la cultura popular) de dicha persecución.
Los argumentos del revisionismo/negacionismo
Veamos primero las versiones moderadas (y más aceptadas) de esta corriente. En primer lugar, se basan en hechos demográficos y políticos que – según ellos – pueden verificarse fácilmente, como la población total de judíos en Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial. En segundo lugar, insisten en una radicalización de la ideología nazi durante la Guerra y en la actuación particular de algunos mandos medios sin conocimiento del gobierno nazi central.
Pero el clamor más importante de estos sectores moderados es que, a pesar de su obvio racismo, los nazis jamás organizaron proyectos de asesinatos masivos: lo que les interesaba no era destruir a las minorías, era expulsarlas de Alemania y garantizar la “pureza” de la raza aria. Los judíos que cayeron, víctimas de los campos de concentración, no habían sido colocados allí para ser exterminados, sino para evitar posibles infiltraciones de espías y garantizar la seguridad germana durante la Guerra.
Las versiones más radicales
Las versiones radicales del negacionismo son más difíciles de defender, pues involucran la negación parcial o total del racismo en la Alemania Nazi, la inexistencia de uno o varios campos de concentración y la creación de todos estos elementos como propaganda para deslegitimar a los alemanes. Debido a que varios de estos hechos son incontrovertibles, nos concentraremos en este artículo en las versiones moderadas, aceptadas por un considerable sector intelectual europeo, y dejaremos de lado las versiones más radicales.
Bien, ya vimos cómo los negacionistas (o revisionistas, dependiendo de la creencia de cada cual) afirman que no hubo un interés flagrante en acabar con la población judía. Muchas de estas personas brindan pruebas relativas a la población judía antes y después de la Guerra, a la arquitectura de los campos de concentración… y a las consecuencias del Holocausto en la política mundial.
Las pruebas de esta postura
En primer lugar, la población. Muchos analistas estiman en unos 10 millones (millón más, millón menos) la población total de judíos en Europa: de aquí que 6 millones de muertes se considere como un crimen atroz y de un alcance inimaginable. Sin embargo, quienes niegan este hecho afirman que la población judía de Europa era algo menor, y que en las regiones dominadas por los nazis jamás superó los 4 millones. ¿Es posible asesinar 6 millones de judíos en un territorio en el que viven 4 millones? La respuesta es obvia y deja a la vista una supuesta contradicción en la versión oficial.
La población judía
Uno de los apuntes más grandes a favor del negacionismo lo realizó el profesor sueco Einar Aberg en 1959, cuando publicó las cuentas de la población judía según varias publicaciones importantes de las mismas comunidades judías (principalmente, de la Statistical of the Synagogues of America). Las cifras dejan en claro que no hubo una muerte masiva, pues de acuerdo con ellas la población mundial pasa de 15’600.000 en 1939 a 15’690.000 en 1947, con un mínimo de 15’192.089 en 1942. De acuerdo con estas mismas cifras, es obvio que no murieron 6 millones de judíos entre el 40 y el 45.
En segundo lugar, muchos negacionistas hablan de la inexistencia de las cámaras de gas y de la creación de estas en documentos posteriores a la Guerra. Esta versión estaría sustentada en la visita de varios peritos a la zona y sus afirmaciones de que la infraestructura no estaba capacitada para sostener ejecuciones masivas con gas. Sin embargo, estos informes no han sido aceptados y el más reconocido (realizado en 1988 por Frederick A. Leuchter) probó ser una farsa, pues el hombre que lo realizó no solo no era ingeniero, sino que probó no saber absolutamente nada del funcionamiento de una cámara de gas.
Verdad o mentira, el negacionismo es una teoría bastante popular en amplios sectores europeos, incluso en los intelectuales. Pero, ¿qué razón habrían tenido las élites mundiales para construir este edificio de mentiras? La respuesta es clara para estos hombres: presionar por la creación de un estado judío en Oriente Medio.
El papel político del Holocausto
En efecto, el holocausto fue un elemento político importante a la hora de decidir sobre el destino de Israel. La crueldad y desidia con que había sido tratado el pueblo judío sin lugar a dudas incidió en la necesidad de “pagar” de alguna manera estos daños con un estado propio, y el impacto en la opinión pública fue considerable. Muchos de los que se oponían a este estado cambiaron de opinión cuando conocieron la crueldad del Holocausto.
¿Será posible que todo haya sido una mentira? Personalmente, me parece complejo afirmar tal cosa, pero no cabe duda de que los crímenes de los aliados pasaron desapercibidos mientras que se magnificó de manera impresionante la sevicia del gobierno nazi. Por dar un ejemplo: la legislación racista alemana se basaba en la legislación de varios estados norteamericanos y en su discriminación hacia los afroamericanos.
Si alguno de ustedes desea leer una obra que defiende radicalmente esta teoría puede encontrarla en este enlace. Dejo al criterio de los lectores si deciden dudar (o no) de la historia oficial, y los invito a comentar sus impresiones respecto a este espinoso tema.
Fuente de imágenes: 1: theholocaustexplained.org, 2: scrapbookpages.com, 3: cdn.history.com