Las funciones corporales no se detienen tan pronto como una persona pierde la vida y varias de ellas siguen su curso normal por periodos prolongados de tiempo. Si bien algunas se prolongan sólo por unos cuantos segundos o minutos, otras pueden durar días, semanas y hasta meses completos. Entre ellas tenemos.
Actividad cerebral
La misma se lleva a cabo por varios minutos y se origina a causa de la falta de bombeo de sangre al cerebro con la consecuente pérdida de oxígeno. Esto desencadena toda una verdadera batalla campan entre las células cerebrales que luchan por sobrevivir y pelear por el poco oxígeno que todavía queda o por buscarlo, aspecto que termina por desencadenar el daño definitivo del sistema nervioso.
Reproducción de las células de la piel
A diferencia de las células cerebrales, las células de la piel no necesitan tanto oxígeno para crecer, lo que les permite seguir vivas aun cuando otros sistemas colapsen y la piel continúa renovándose por lapso de varios días.
Micción y defecación
El cerebro se encarga de contraer los músculos para que no ocurra orina ni defecación involuntaria. Sin embargo, cuando ocurre la muerte, dichos músculos se relajan gradualmente al punto de permitir el paso varios fluidos y excreciones.
Digestión
Aunque el cuerpo humano muere, no ocurre lo mismo con la fauna y flora intestinal, así como diferentes bacterias implicadas en los procesos digestivos, por lo cual todavía es posible la digestión después de la muerte.
Vocalización
Los gases resultantes de la digestión buscan una salida y, la tráquea es una de las vías por las cuales lo hacen. Al hacerlo, hacen que el difunto todavía pueda emitir una suerte de gruñidos y quejidos, lo cual puede atemorizar e impresionar a quienes no están familiarizados con dichos procesos.
Movimiento muscular
Por si fuera poco que los muertos todavía puedan quejarse y emitir sonidos guturales tras la muerte, también pueden moverse, cosa que es originada a los estímulos que todavía puede enviar el sistema nervioso, originando espasmos, tirones y otros movimientos.
Cambio de color, perdida de humedad y atenuación de arrugas son otras de las cosas que suceden tras la muerte, aunque también pueden suceder otras cosas más todavía más extrañas como que una mujer embarazada tenga un parto y, en el caso de los hombres, que puedan llegar a tener una erección y hasta que puedan llegar a eyacular.
Fuente de imagen: morelos.quadratin.com.mx; cofrades.sevilla.abc.es
