Incuestionablemente, la alimentación y los distintos hábitos nocturnos, influyen demasiado en el cuerpo y mente de una persona. Algunas actividades correctamente realizadas antes de acostarse a dormir, pueden conllevar a aumentar la calidad de vida, adelgazar, aprehender algo con mayor facilidad y rapidez, etc. Pero al contrario, si se llevan a cabo acciones erróneas, casi siempre por desconocimiento, entonces las consecuencias también son considerables, como subir de peso, adquirir enfermedades o empeorar en general, el estado físico y psicológico. Veamos: “los hábitos en la noche que hacen engordar”:
Comer demasiado
Enseña la sabiduría popular, que “uno debe desayunar como un rey, almorzar como príncipe y cenar como mendigo”. La Medicina y los hechos están completamente de acuerdo. No hay nada más dañino para la salud del cuerpo, que acostarse a dormir con el estómago repleto de comida. El problema radica en que después de las 6 de la tarde, el organismo ya no realiza el proceso de digestión, como lo haría en horas de la mañana y medio día. En tal efecto, una suculenta cena ocasionaría que el organismo acumule la grasa y calorías de esa comida en los niveles de reserva, aumentando inevitablemente de peso. Los expertos recomiendan sólo beber algo liviano o comer vegetales, para una cena ligera.
Omitir la cena
Y aunque comer muy poco, o como “un mendigo”, en las horas nocturnas, es lo que recomiendan los médicos, no significa que se deba eliminar por completo la cena, puesto que esta acción errónea, causaría que el metabolismo disminuya. En las próximas comidas se experimentará más hambre de lo normal y lo más seguro, es que se ingieran más alimentos y venga como resultado el aumento de grasa corporal. Saltarse las comidas genera no sólo ansiedad por consumir cosas, sino también en todo sentido. Así que no es buen método para bajar de peso, dejar de comer.
Cenar con frituras y grasas
Es uno de los peores errores alimenticios, porque todos los fritos contienen altas cantidades de grasa y calorías que el cuerpo no tiene tiempo de quemar, por consiguiente, la persona tenderá a engordar y no podrá disfrutar de un óptimo descanso. Algunos nutricionistas aconsejan consumir alimentos preparados al vapor, al horno o a la parrilla, pero nunca fritos.
Cenar con postres y dulces
Esto sería definitivamente algo, que no debería hacer alguien que no quiera incrementar su volumen. Si el deseo es por el dulce, se podría reemplazar por una deliciosa fruta. O en su defecto, si la idea es no caer en la tentación de los postres, una alternativa que funciona muy bien es cepillarse los dientes. Cuando el cerebro percibe el sabor de la pasta dental, da por entendido que ya se ha suspendido la ingesta de comida y por lo tanto, los niveles de ansiedad por comer se reducen bastante.
Cenar con cereales y carbohidratos
Representan una energía extra que no se consume mientras el cuerpo descansa. Las comidas ricas en carbohidratos también lo son en azúcares refinados, que exigen que se quemen inmediatamente. Pero el sistema digestivo no funciona en la noche ni mucho menos cuando se está dormitando. Obviamente, sería un factor que aumenta la grasa, especialmente en la cara y abdomen. Por ejemplo, la pizza, las pastas, panes, galletas, entre otros.
No dormir lo necesario
Cuando el cuerpo no repara las energías de manera suficiente, se experimenta una reducción de energía en las distinta actividades diarias, lo cual se traduce en más hambre y ansiedad y finalmente, en un aumento de peso. Algunos médicos recomiendan dormir mínimo ocho horas continuas, aunque otros tan solo cinco o seis. Todo depende de lo hábitos y el organismo de cada persona. Además, por esa sensación de agotamiento y cansancio, probablemente no se quiera hacer ejercicio y eso empeoraría la condición física.
Comer golosinas o aperitivos después de la cena
Si luego de cenar, dan ganas de comer algo, golosinas o lo que sea, se va a producir un efecto negativo en la figura y en la salud. Y ni qué decir de mal dormir, porque lo más seguro es desvelarse como consecuencia de haber ingerido calorías vacías o energía extra que aumenta el estado de vigilia. Se debe tener presente que las gaseosas, bebidas energizantes, o jugos artificiales, contienen altas dosis de azúcar, razón por la que se les clasifica como los productos que más ocasionan obesidad en el mundo.
Consumir picantes en la cena
La mala digestión, casi siempre se debe a comer especias y picantes en las horas de la noche. Lo primero que afecta es el sueño e igualmente, ocasiona acidez estomacal. Muchos expertos consideran que la comida picantes resulta muy buena para acelerar los procesos digestivos, pero se deben consumir en horas diurnas y jamás cuando el sol se ha ocultado.
Mantener el cuerpo en excelentes condiciones es el secreto de una larga vida.
Imágenes: wikipedia.org (2)