Todo el mundo sabe que fumar, beber en exceso y la falta de ejercicio son perjudiciales para la salud. De igual manera, se conoce masivamente que una buena alimentación, deporte y un buen estado piscológico, son la clave para el bienestar. Empero, se han creado muchos mitos que se han cristalizado en hábitos, que nos fueron enseñados por nuestros padres, educadores o medios de comunicación, pero en realidad son acciones dañinas, contrarias al efecto que se busca. A continuación: “Hábitos incorrectos que creímos correctos”:
Bañarse una o varias veces al día
Es claro que para gozar de una buena salud y una buena calidad de vida, es necesario un aseo pulcro. Se nos ha dicho que lo mejor es crearse el hábito del balo diario y frecuente. Pero aunque suene raro, la ciencia ha descubierto que es un error, puesto que el cuerpo debe bañarse cuando él mismo lo solicita, ya que la piel posee una capa protectora que impide la descamación, agrietación o resequedad y esta se pierde al contacto con el jabón de manera continuada y muy seguido. Los médicos recomiendan el agua fría y utilizar los productos asépticos sólo en las partes primordiales.
Cepillarse luego de comer
Se nos ha inculcado desde los primeros años de vida, que con el fin de mantener una buena salud oral, se requiere asear los dientes después ingerir algo de comer. Pero algunas investigaciones han determinado que esta actividad de modo tan repetitivo en el día, es bastante perjudicial, teniendo en cuenta que se deteriora el esmalte de los dientes. Lo más aconsejable es sólo usar un enjuague bucal o agua luego de algún alimento y para utilizar el dentífrico, aguardar no menos de media hora.
Mantener el aseo impecable en el hogar
Un hábito de limpieza primordial, es el de velar por el orden y la pulcritud de cada rincón de la vivienda, asegurándose de desinfectar con varios productos. Todo esto con el objetivo de crear un ambiente higiénico formidable, que aleje las enfermedades, bacterias y plagas. Pero no es tan así, porque el organismo humano necesita ser entrenado en sus sistema de defensas y en un lugar tan aislado de bacterias, ocasiona que el cuerpo pierda esa fortaleza y además, la mayoría de productos del aseo contienen químicos muy tóxicos y perjudiciales y abusar de éstos, puede desencadenar en serios problemas de salud.
Tomar vitaminas para fortalecer el cuerpo
Los comerciales de televisión y las campañas educativas recalcan en la necesidad de abastecerse de vitaminas, para mantener la vitalidad y el buen funcionamiento de todo el organismo. Sin embargo, es un hábito incorrecto, puesto que sólo profesionales en la medicina pueden determinar si alguien requiere suplementos vitamínicos o no y no recomiendan para nada la auto formulación. Lo más indicado es consumir muchas frutas y una dieta sana en equilibrio, que provee las vitaminas de forma natural.
No acercarse al horno microondas
Según algunos investigadores de Harvard, todo ha sido un mito que creyeron miles de personas. Aseguran que no es posible que la radiación de estos artefactos puedan causar cáncer en quienes se hallen cerca mientras éste funciona. Añaden que también es imposible que se atrofien las vitaminas y propiedades de los alimentos, porque por ejemplo la vitamina C necesitaría muchísimo calor y tiempo para ser disuelta y estos hornos se caracterizan por su rapidez.
Usar lentes de sol como protección
Cada día, los rayos ultravioleta se incrementan por efecto del deterioro de la capa de ozono, perjudicando la vista y otras funciones del cuerpo humano. La fuerte luminosidad puede causar serios problemas oculares y por eso se ha promovido el uso de anteojos oscuros. Pero el problema es que éstos deben contar con los filtros especiales que le brindan protección al ojo, o de lo contrario se estaría exponiendo a diferentes daños, porque los lentes harían el efecto lupa y causarían fuertes lesiones.
Toser y estornudar hacia otro lado
Si se está en el mismo lugar que una o varias personas enfermas, no importa si son educados y tosen o estornudan hacían un lado distinto, pues los gérmenes salen expulsados por boca y nariz a una tremenda velocidad. Quedan esparcidos por doquier y contagian a todos los presentes.
Dormir más para recargarse
Se piensa que en la medida en que se duerma, así mismo será el aspecto y la salud. No obstante, es una mentira, porque la Ciencia ha demostrado que dormir más de 8 horas diarias, equivale a dañar el sistema nervioso central y a una mente aturdida y lenta, además de distintos fallos cerebrales. Sentir mucho sueño, es un síntoma de alguna fuerte descompensación. Se ha probado también, que el sueño polifásico o individuos que duermen menos de cuatro horas, aprovechan más la vida y poseen un mayor intelecto que quienes no.
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