El surgimiento de un templo sagrado
Harmandir Sahib traduce, literalmente, El Templo de Dios. De acuerdo con la leyenda, comenzó a construirse en el año 1578 cuando Guru Dam Ras, el cuarto Gurú Sikh, excavó un tanque que vino a conocerse como Amristar (“La Piscina del Néctar de la Inmortalidad”) y que más tarde daría nombre a la ciudad que surgiría a su alrededor. Algunos años más tarde, el quinto Gurú Sikh, Guru Arjan, consideró que el lugar sería idóneo para construir el primer templo central de adoración de los Sikh. Hacia 1604, el Gurdwara (o templo sagrado) ya había sido completado.
Lo primero que el Gurú Arjan realizó fue, simbólicamente, colocar la escritura sagrada Sikh – Guru Granth Sahib – en el interior del templo y elegir a un Granthi (un lector) para que hiciera parte del culto en el templo. Estas tradiciones se mantuvieron a lo largo de varios siglos hasta que un ataque afgano a mediados del siglo XVIII destruyó el templo.
Jahan Khan, uno de los generales del emperador Ahmad Shāh Durrānī (fundador del Imperio Durrani) atacó, saqueó y desoló el templo, que pudo reconstruirse hacia 1764 gracias a la labor de Jassa Singh Ahluwalia. En represalia, los Sikh enviaron un ejército que acorraló y destruyó al del general Jahan Khan.
Alrededor de 50 años después, este grupo cultural se convertiría en un poderoso actor de la región. El fundador y primer dirigente del Imperio Sikh, Maharaja Ranjit Singh, habría de asegurar bajo el dominio del grupo toda la región del Punjab y de impedir futuros ataques de extranjeros. Una vez hecho esto, con el templo completamente asegurado, el gobernante revestiría con 100 kilogramos de oro los pisos superiores del templo, así como el techo del mismo. Es de aquí de donde se origina el nombre “Templo de Oro”.
Las tradiciones del Templo de Oro
A pesar de ser una religión bastante estricta, los Sikh no consideran a representantes de otras religiones como “indignos” y permiten el ingreso de cualquier persona (sin importar credo, raza o edad), pues originalmente el templo fue construido como un lugar en el que hombres y mujeres de todas las formas de vida y todas las religiones pudieran adorar igualmente a Dios. Además de ser un lugar religioso extremadamente importante, es un famoso destino turístico y se calcula que recibe más de 100 mil visitas cada día.
La historia del Templo de Oro está estrechamente ligada a la historia de los Sikh, quienes son históricamente una minoría de la región, tanto frente a los musulmanes como frente a los hindúes. El Templo es el centro de su territorio, es el eje desde el que comienzan a moverse en el mundo, y es además un importante lugar de reunión para los Sikh más prominentes. Por esta razón, se vería envuelto en una de las operaciones más polémicas que hayan sido realizadas por el gobierno hindú:
Entre el 3 y el 6 de junio de 1984, la primer ministra Hindú Indira Gandhi ordenó a las tropas de este país atacar y tomar el templo de los hombres que se encontraban en su interior, con la intención de limitar el alcance de un movimiento en pro de la independencia de este grupo étnico (buscaban crear un nuevo país llamado Khalistán, “la Tierra de los Puros”). Este ataque, que se cerró con la muerte de decenas de soldados y centenares de Sikh indignados, le costaría la vida a Gandhi, que sería asesinada 6 meses después por sus dos guardaespaldas Sikh. Para la mayor parte de los creyentes, este día se hizo justicia.
Aunque algo dañado luego de la operación, el Templo de Oro sigue siendo uno de los lugares más fascinantes en el mundo. Y tú, ¿qué otro templo famoso has visitado?
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