Definición de Introducción
En el ámbito de la Metodología, se conoce como Introducción a la parte inicial de un trabajo o escrito, que tiene como finalidad explicarle al lector cuál es el tema central, así como los objetivos e intenciones del autor, a fin de despertar el interés del usuario, enganchándolo para que continúe con la lectura.
De esta forma, la Introducción siempre constituye la puerta de entrada de un trabajo, la buena redacción y el interesante contenido de éste texto iniciático hace que esa puerta en efecto esté abierta y sirva de invitación, o por el contrario se mantenga cerrada, constituyendo un verdadero obstáculo o espanta lectores.
Cómo escribir una introducción para un trabajo de investigación
Sin embargo, no todo el mundo sabe cómo armar un texto contundente, que sirva de gancho para los posibles lectores, al tiempo que resalte los valores y aciertos del trabajo construido en el cuerpo del trabajo o libro, es por esto que la fuentes metodológicas y literarias tienen nutrido material sobre los tips y trucos que debe tener un escritor o redactor a la hora de realizar una introducción que en verdad le rinda tributo al texto y que despierte la curiosidad de los lectores.
En este sentido, la situación pareciera colocarse realmente cuesta a arriba si se trata de un trabajo de investigación, mucho más si este se encuentra enfocado en datos numéricos. No obstante, no tiene por qué ser un trabajo imposible de realizar si se toman en cuenta las siguientes recomendaciones:
1.- Como primer consejo, en el que suelen coincidir las fuentes al respecto, la Introducción de un trabajo debe ser lo último que se escribe, es decir, que debe ser redactada luego de que el escritor ha tenido contacto con el material de la investigación y con el proceso de realización y redacción del texto, pues de otra manera resulta imposible estar empapado de los detalles del trabajo, del esfuerzo que se ha realizado y de la pasión que ha despertado dicho proceso. Una introducción es un texto promocional del cuerpo del trabajo, y por regla difícilmente alguien cuente con las herramientas para vender un producto si no lo conoce o lo admira. Haber hecho el trabajo primero, dotará al escritor de las palabras y aspectos a resaltar como texto introductorio.
2.- Así mismo, una buena introducción debe empezar siempre con una historia o dato impactante, que sirva de abreboca a la justificación del trabajo. Por ejemplo, una investigación sobre el Embarazo Adolescente, sus consecuencias y medidas de prevención puede tener una introducción que comience nombrando las cifras de ese año, para usar un elemento estadístico. Por el contrario si se trata de causar más impacto, puede hacer uso de recursos literarios como el drama, tratando de darle cara a un caso, comentando por ejemplo la historia de una muchacha de 14 años que tuvo que dejar los estudios porque salió en estado, cambiando el resto de su vida. De esta forma, el escritor logra plantear la esencia del trabajo, así como la preocupación y visión de éste.
3.- Igualmente, si se desea se pueden nombrar algunos de los antecedentes que tiene el trabajo o campo en el cual se realiza el trabajo, los cuales aunque serán más ampliamente abordados en el sitio destinado para este tema, puede relacionar al trabajo con otros de importancia, a fin de destacar la trascendencia de la investigación o del enfoque.
4.- También es importante que la Introducción se desarrolle en base al esquema temático bajo el cual se construyó el cuerpo del texto, a fin de que se vaya tocando cada aspecto en el mismo orden en el que se encuentra en el contenido, a fin de que el lector pueda darse una idea, desde el principio, del desarrollo que sigue el tema.
5.- En términos de redacción y gramática, los especialistas aconsejan usar una voz activa, así como un lenguaje claro y preciso.
6.- Por otra parte, así como se debe mostrar frases que resuman las ideas principales que son abordadas en el trabajo, es indispensable que el escritor busque la forma de contarle a los lectores cuál fue su propósito y objetivo a la hora de entregarse al proceso investigativo que los ocupa.
7.- Además de esto, se recomienda también anotar en este texto inicial los resultados que se hayan podido obtener, a fin de que los lectores sepan qué se van a encontrar en el trabajo, y también puedan sentir mayor interés de descubrir cómo se llegó a dicha conclusión.
8.- Finalmente, una introducción, además de los resultados obtenidos como producto del trabajo de investigación puede contener una apreciación personal del autor, donde este exponga si sus expectativas iniciales fueron cubiertas. Igualmente puede darse a la tarea también de señalar lo que aprendió durante la realización del trabajo, así como el aprendizaje desprendido de dicho proceso.
9.- En términos generales, los especialistas en metodología también indican la necesidad de no usar el Yo en la redacción de la introducción, sino por el contrario emplear la tercera persona del plural: nosotros.
Imagen: elpensante.com