Por lo general, se asume la Administración como el proceso social en donde un Administrador ejerce ciertas funciones de Dirección, a fin de planificar, organizar y orientar una empresa determinada hacia el cumplimiento de metas específicas.
Definición de John R. Schermerhorn
Sin embargo, cada uno de los teóricos de la Administración ha hecho a lo largo de su carrera importantes aportes a fin de conseguir una definición más exacta de lo que es la Administración. En este sentido, viene a bien citar por ejemplo el concepto que promulga John R. Schermerhorn, para quien la Administración es:
“El proceso de planeación, organización, dirección y control del uso de los recursos para lograr las metas de desempeño establecido.”
De esta forma, se puede ver claramente cómo, para este teórico, la Administración no sólo es una disciplina que pueda y deba estudiarse, sino que en su práctica es un “proceso” conformado por varias etapas y fases sucesivas (planeación, organización, dirección y control) que giran en torno a los recursos que se posee, los cuales se dispondrán y usarán en función de obtener las metas fijadas, las cuales además habrán de responder a un desempeño, es decir, que deberán alcanzarse los objetivos de forma eficaz y eficiente.
Fases de la Administración
No obstante, para entender un poco más la definición que hace Schermerhorn sobre la Administración, quizás sea necesario también ahondar en el concepto y alcances de cada una de las fases que este teórico plantea, a fin entonces de tener una visión mucho más específica sobre las distintas etapas en que se va desarrollando dentro del proceso de la Administración. A continuación, las fases de la Administración:
Planificación
La primera etapa de la Administración a la que hace referencia John R. Schermerhorn es la Planeación, conocida también como Planificación. En este sentido, en términos generales, se puede asumir que el proceso de Planeación está relacionado con el momento en el cual el Administrador hace un recuento de los recursos con los que cuenta, así como las metas que quiere lograr, a fin de establecer la estrategia empresarial que aplicará a fin de lograr dichos objetivos con los recursos disponibles, algo así como trazar el mapa o guía empresarial, por la cual se regirá su administración.
Organización
En segundo lugar, una vez se tengan claras las metas, los tiempos, las estrategias y los medios, el Administrador entrará en una segunda fase, en la cual deberá disponer y organizar los recursos humanos, financieros y materiales con los que cuenta para lograr sus metas. Dentro de esta etapa también se encargará de departamentalizar la empresa o revisar la estructura bajo la cual funciona, a fin de corregir, restructurar o fortalecer la organización existente. De esta forma, en este momento del ejercicio Administrativo, el profesional a cargo se encarga de organizar los elementos y recursos con los que cuenta en función de los objetivos trazados durante la Planeación.
Dirección
Fijado el rumbo y dispuestos los elementos en función de la estrategia, el Administrador pondrá en práctica su plan, haciendo que cada uno de los miembros de su equipo de trabajo accione a su vez las responsabilidades asignadas. Durante esta fase, el Administrador tomará la batuta del ejercicio administrativo, a fin de dirigirlo y supervisarlo, corrigiendo a tiempo cualquier error, fortaleciendo los procesos que muestren debilidades, y sobre todo ejerciendo funciones de liderazgo, las cuales sirvan de inspiración al resto del equipo humano, de modo que se cree una sinergia y un compromiso con la empresa y las metas que esta se ha establecido.
Control
No obstante, más allá de dirigir y supervisar, el ejercicio administrativo está compuesto también por la importante tarea de ejercer contraloría a cada uno de los procesos involucrados, a fin de que el Administrador pueda tener conocimiento y perfecto control del uso de los recursos de la empresa, velando entonces porque estos sean invertidos de la forma más eficaz y eficiente posible, a fin de garantizar los intereses, bienes y ganancias de la empresa que dirige.
Recursos
Otro concepto esencial para comprender el concepto de Administración es el de Recursos, los cuales no constituyen una fase de la Administración, sino un elemento esencial, pues sin ellos el Administrador difícilmente tiene materia con la cual producir. En este sentido, se puede concebir como recursos a aquellos bienes y personas que forman el patrimonio de una Empresa, así como el combustible principal del ejercicio administrativo. Así mismo, los distintos teóricos tienden a distinguir entre cuatro principales tipos de recursos. A continuación, una pequeña reseña de cada uno:
- Recursos materiales: dentro de esta categoría se incluyen los muebles e inmuebles con los que cuenta una empresa, a fin de establecerse y trabajar en pro del cumplimiento de sus metas.
- Recursos financieros: constituido por el capital, tanto activo como pasivo, con el cual cuenta una empresa y su administrador, para poder invertir y subsanar los gastos que se deriven de sus funciones.
- Recursos de información: con este nombre se definen las capacidades que tenga una empresa, en cuanto a manejar el conocimiento suficiente en su área, manteniéndose actualizada, así como su potencial para hacerse conocer en el medio al que pertenece, y el público al que se dirige.
- Recursos Humanos: aun cuando en los últimos tiempos, algunos teóricos se decantan por nombrar a este ítem como Talento Humano, dentro del ejercicio administrativo se sigue viendo a los miembros del equipo como un recurso esencial, pues son los que ejecutarán y pondrán en marcha las estrategias y tareas necesarias para cumplir con las metas y alcanzar los objetivos.
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