New World Order
Llevamos ya bastante tiempo en estas páginas hablando de la existencia de una élite que rige, desde arriba, los destinos del mundo y organiza el surgimiento del llamado Nuevo Orden Mundial. Aunque es innegable que dicho grupo existe, los debates sobre el verdadero alcance de su injerencia siempre han sido bastante enconados.
Algunos hablan de un control prácticamente total reflejado en el dominio mental de grandes masas de la población, en el manejo a su antojo de los recursos del mundo, en la creación de plagas ficticias para debilitar la autonomía y en la manipulación de los gobiernos regionales. Según estas personas estamos a poco tiempo del desenmascaramiento de la conspiración y el comienzo de un nuevo gobierno en el que todos, sin excepción, seríamos esclavos.
La versión menos extrema, defendida ante todo por varias corrientes de economistas, habla de la existencia de una clase millonaria que tiende a fundirse con los líderes políticos, generando una peligrosa combinación que podría llevar a un mundo lleno de desheredados incluso en los países desarrollados. Sin embargo, dicha clase no es homogénea, tiene conflictos en su interior y es demasiado grande (quizás un 1% de la población mundial, o unas 70 millones de personas) como para conformar una organización coordinada capaz de conspirar a gran escala. La verdad seguramente se encuentra en medio de estos dos puntos, ustedes decidirán si más hacia un lado o hacia el otro.
En cualquier caso, en marzo del año 2014 una ex-trabajadora del Banco Mundial reveló unos cuantos detalles del funcionamiento al interior de este organismo que sorprendieron a más de uno y nos indicaron, con algo de detalle, el verdadero alcance de la conspiración.
Karen Hudes y la Conspiración del Banco Mundial
Karen Hudes es una abogada de la Escuela de Derecho de la Universidad de Yale, una de las universidades más prestigiosas de los Estados Unidos y, por ende, del mundo. Tras algunos años ejerciendo su labor en varias instituciones fue contratada por el Banco Mundial para fungir como “Asesora Jurídica Superior”, puesto en el que trabajaría por nada más y nada menos que 20 años.
Sería despedida en el 2010 por revelar documentos confidenciales que brindaban claros indicios de corrupción en las altas esferas del Banco. Sería a partir de entonces que la mujer comenzara, progresivamente, a contar la historia de la conspiración escondida en medio de la élite económica.
Las “Súper Corporaciones”
De acuerdo con el testimonio de Hudes, existe en la sombra una “Megaentidad” que aglomera a las 147 corporaciones más grandes del mundo que se han apoderado, paso a paso, de los medios, las principales fuentes de energía y los aparatos productivos de innumerables países. Dicha entidad podría tener el control de hasta un 40% de la economía mundial.
Dichas entidades también habrían extendido su control sobre una cantidad innumerable de instituciones que no hacen parte de la “democracia” directa pero sí están vinculadas al control de los recursos de los países, entre ellas el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
La “Joya de la Corona” es el llamado Banco de Pagos Internacionales (BPI) el cual fue creado exclusivamente como una herramienta al servicio de la clase dirigente y se encarga de esclavizar poco a poco a los individuos y gobiernos del mundo mediante el uso de la deuda. Porque de acuerdo con Hudes, la Deuda es la herramienta suprema de estas organizaciones. Un gobierno endeudado difícilmente podrá responder autónomamente frente a la presión internacional. Un gobierno endeudado está obligado a obedecer, y también un individuo.
Pero esto solo es, de acuerdo con Hudes, la punta del Iceberg.
Homo Capensis
Uno de los argumentos más polémicos y criticados de la ex asesora es la teoría del llamado Homo Capensis. De acuerdo con Hudes, existió una sociedad ancestral de una raza distinta a la de los seres humanos que vio sus ciudades desaparecer ante la crisis que vino tras la glaciación. Dicho relato empalma bien con leyendas como la Atlántida, Lemuria o el continente perdido de Mu, solo que en este caso no habrían sido humanos quienes lo construyeron.
Aunque ambas razas son muy parecidas, de acuerdo con Hudes los capensianos tienen un cráneo significativamente más grande. Al ser parientes cercanos, Homo Sapiens y Homo Capensis podrían generar descendencia, aunque esta sería infértil.
Prosigue Hudes contando que tras la destrucción de sus ciudades el Homo Capensis decidió dejar de lado la autonomía y comenzar a recaer en una raza menos desarrollada: el Homo Sapiens. Así, habría comenzado por enseñar al hombre a cultivar, lo habría ido educando poco a poco y al final se habría apoderado de él. Hoy estamos viviendo las últimas fases de este dominio. Pronto, afirma Hudes, llegará la última fase del plan de control.
Son varios los testimonios que se adhieren a Hudes. Lloyd Pie es un hombre que se ha dedicado a analizar el ADN de varios cráneos de los llamados “hombres de Paracas” y según él ha detectado mutaciones en el ADN mitocondrial que no pertenecen a ningún primate conocido. Estos cráneos, como no, son particularmente alargados y coinciden con los de muchas otras culturas en el mundo.
La hipótesis de Hudes afirma que no se trata de manipulaciones del cráneo en el crecimiento, sino a una característica de nacimiento de una especie diferente que rige, desde las sombras, los destinos del mundo.
Por ahora no tenemos más que un puñado de pruebas dispersas, pero quizás en el futuro cercano sepamos a cabalidad la veracidad en las afirmaciones de Karen Hudes.
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