Nazis
Adolf Hitler subió al poder en Alemania en 1934 a la cabeza del polémico (y radical) partido Nacional Socialista, más conocido como el partido Nazi.
Cualquiera que haya leído Mein Kampf sabe que una de las motivaciones más fuertes detrás del nazismo era el antisemitismo. Hitler creía que los judíos habían sido los causantes de la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial y que se lucraban del sufrimiento del pueblo alemán.
Este sentimiento no era tan novedoso. Por siglos, los judíos habían sido el chivo expiatorio de las sociedades cristianas, llegando incluso a ser expulsados de muchos países en diversos periodos. Por su naturaleza educada y su negativa a integrarse los judíos eran por lo general intermediarios con algo de recursos que aparte prestaban dinero. Es por ello que se ganaron tantos prejuicios en contra en un periodo temprano.
Hitler capitalizó estos sentimientos con el dolor y el sufrimiento del pueblo alemán (en crisis a causa del injusto Tratado de Versalles) y los convenció de que él, y solo él, podría salvarlos, ya que la causa de su ruina eran los judíos. La primera idea, cuando llegó al poder, era deportarlos a otros países, pero esto no fue tan fácil y en 1942 se tomó la terrible decisión de matarlos. Y así nacieron los campos de concentración.
En 1939, por supuesto, aún no se sabía que llegaría a ello, pero la situación de los judíos ya era seria. Estaban siendo perseguidos y aislados, y sus pertenencias en muchos casos confiscadas. Muchos veían venir lo inevitable y cuando comenzó la guerra hicieron planes para marcharse del país. Nicholas Winston fue uno de ellos.
Pero él sabía que había otros que quedarían atrás. Y no quería dejarlos.
Winston
Nicholas Winston nació en Inglaterra en 1909 (específicamente, el 19 de mayo). Era hijo de padres judíos y por su trabajo recorría bastante el este de Europa. En 1938, cuando Checoslovaquia fue ocupada por Alemania (antes de que comenzara la guerra), Winston viajó a Praga (la capital del país) con el objetivo de ayudar a un viejo amigo suyo: Martin Blake, quien estaba organizando la migración de varios grupos que se sentían inseguros con la ocupación nazi.
Inglaterra no estaba dispuesta a aceptar a cualquiera, sin embargo, y por esta razón comenzó a restringir la inmigración. Y fue Winston quien pacientemente (e invirtiendo cuantiosas sumas de dinero) consiguió al fin obtener los permisos. Su lucha no involucró el valor en la guerra y el caos, sino la lenta y tediosa marcha de la burocracia que peleaba contra el tiempo que tenían para sacar a los niños con seguridad del país.
Al final, la Cámara de los Comunes autorizó la entrada de menores de 17 años siempre y cuando hubiese un hogar que los recibiera. Y una vez más, Winston tuvo que invertir importantes sumas y luchar contra el tiempo para obtener los hogares. En total, pudo llevarse ese año 669 niños a Inglaterra. Partiría de Praga dos semanas antes de que comenzara la guerra.
La mayor parte de las familias de estos niños morirían en Auschwitz. Winston les salvó la vida.
Reconocimiento
En 1988 su esposa encontró un puñado de documentos en el ático de la casa. Se trataba del diario de Winston en donde había anotado cuidadosamente los nombres de los niños y las direcciones de las familias a donde los habían llevado.
Consiguió contactarse con Elizabeth Maxwell, una investigadora del Holocausto que a su vez pudo contactar 80 de los niños salvados por Winston. En una reunión organizada en secreto las dos mujeres lo reunieron con estas personas, a quienes solicitaron en un emotivo momento: “levántese todo aquel en esta habitación que le deba a Nicholas Winston la vida”. Y Winston, sin saber dónde estaba o qué hacía, fue testigo de cómo todo el salón se levantaba.
Winston viviría hasta los 106 años, muriendo el primero de julio de 2015.
Kindertransport
Si bien el caso de Winston es el más conocido, no fue el único. Kindertransport fue una política perseguida por el gobierno británico para evacuar niños judíos de las regiones ocupadas por Alemania, y trabajando antes y durante la guerra conseguría la evacuación de más de 10.000 niños. Si bien el gobierno per se no organizó la migración, sí brindó las garantías legales y lo permitió, favoreciendo el actuar de personas como Nicholas Winston.
Fuentes:
- https://en.wikipedia.org/wiki/Kindertransport#Policy
- https://en.wikipedia.org/wiki/Nicholas_Winton#Early_life
- https://www.bbc.com/mundo/video_fotos/2016/05/160520_video_nicholas_winton_nazis_holocausto_lp
Imágenes: 1: info-farmacia.com, 2: wikipedia.org