De nuestros desechos
Para nadie es un secreto que la civilización contemporánea se caracteriza por una particular habilidad para usar y desechar una cantidad ingente de materiales. En muchas de las grandes ciudades (en particular, pero no exclusivamente, en los países menos desarrollados) las basuras son un verdadero monstruo que amenaza la sostenibilidad misma del tejido social de aquellas sociedades, y su manejo y sobre todo su reducción será una de los principales asuntos a tratar si no queremos que nuestra sociedad colapse.
Un asunto poco evaluado es la cantidad de basura que rodea nuestro planeta. En forma de restos de satélites que han caído en desuso, de trozo de naves de antiguas misiones e incluso de residuos generados por los astronautas de la Estación Espacial Internacional, estos objetos rodean la órbita de la tierra y de acuerdo con algunos son literalmente una nube de basura que no deja espacio visible en el área en torno a nuestro planeta.
¿WTF?
No cabe duda de que la particularidad más grande del objeto, más incluso que el tener una órbita elíptica (por lo que podría ser un resto de las misiones Apolo de los 70’s) o que el ser el primer objeto hecho por el hombre que reentrará en la atmósfera sin haber sido pensado para ello, es el nombre con el que fue bautizado por la NASA: WTF1190F. Dicho nombre, que recuerda a la abreviación inglesa “What the Fuck?” (¿Qué carajos? O ¿qué demonios?) ha hecho que muchos cuestionen la versión de la Agencia según la cual el meteorito se desintegrará en su entrada a la Atmósfera.
Por su parte, la NASA y la ESA han afirmado que el objeto no sólo no es peligroso, sino que resulta increíblemente valioso para estudiar el comportamiento de un objeto que ingresa a la atmósfera terrestre y cuya trayectoria ya ha sido completamente prevista con toda precisión. Se calcula que el objeto de basura espacial entrará a la atmósfera en algún punto al sur de Sri Lanka, en el océano Índico.
El eventual peligro de la basura espacial
Aunque muchos consideran que estamos “llenando” el espacio de basura, lo cierto es que la cantidad de residuos que podríamos colocar incluso en nuestra órbita es bastante baja. Además, el calor y la fricción harían que muchos de estos componentes se desintegraran completamente en su ingreso a la atmósfera, haciendo que dejaran de suponer el peligro que suponen en la superficie. Aunque es cierto que en grandes cantidades algunos materiales (no todos) podrían generar desestabilizaciones químicas en algunas regiones de la atmósfera, por ahora este es un escenario muy lejano y antes bien, el proceso ayudaría a “revertir” el proceso de fabricación y a convertir los objetos en los materiales que originalmente los formaron, o al menos en gases que no generarían tanta contaminación… mientras el fenómeno no ocurra de manera masiva.
El mayor peligro de estos objetos de basura espacial no es para los seres humanos, sino para los satélites que a menudo tienen que esquivarlos para evitar una colisión que bien podría dañar sus sistemas. Esta fue la razón de la creación del sistema de alerta que en última instancia detectó la entrada del presente objeto.
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