El poder de la mente
Bruce Lipton tiene 71 y es un renombrado biólogo molecular estadounidense. En el año 2006 publicó un libro (llamado “La Biología de la Creencia”) en el que afirmaba una tesis bastante revolucionaria: que la genética no es la única ni principal limitación de los seres vivos y el entorno (y la reacción ante el entorno) son mucho más importantes. Veamos con más detalle a qué se refiere.
Lipton habría realizado varios experimentos con células humanas y microbianas que, al verse enfrentadas a entornos diferentes, habrían realizado acciones completamente disímiles más allá incluso de las diferencias ambientales… a pesar de tener exactamente la misma información genética. Lipton comenzó a crear una teoría según la cual la vida no respondería a dinámicas directas, sino a la teoría cuántica, y la consciencia sería un componente fundamental de la ecuación.
La memoria de las células
Para este biólogo, sus investigaciones demuestran que las células son capaces de tener “memoria” y de reaccionar adecuadamente ante nuevas circunstancias (memoria que incluso se transmitiría en un trasplante de órganos). Así mismo, la principal causa de más del 95% de las enfermedades no sería genética sino ambiental: por ejemplo, con enfermedades como la diabetes y el cáncer.
Pero Lipton va más allá y afirma que el poder del cerebro en la creación y destrucción de estas enfermedades es más importante, casi, que las mismas predisposiciones genéticas. Un niño adoptado en una familia con tendencias al cáncer puede muy bien desarrollar cáncer a pesar de no compartir el ADN precisamente porque en su infancia así se le inculcó.
Pero así como puede enfermar, la mente también puede sanar. Lipton afirma que no es que el 100% de las enfermedades se puedan solucionar por este medio (aquellas que dependen de un agente externo, por ejemplo, son más complejas), sino que muchas dolencias que parecen naturales del cuerpo no son tales, y son creación de situaciones de estrés, pesimismo o en general un modo de vida negativo.
Críticas a la medicina moderna
Lipton afirma que la bioquímica del cuerpo es extremadamente compleja y los medicamentos normalmente no tienen esto en cuenta. “Nos dan medicamentos para la enfermedad, pero la mayor parte del tiempo causan más males que beneficios… los llamados ‘efectos secundarios’ son en verdad efectos directos”. Así, lo mejor es concentrarse en una medicina más holística que ataque los orígenes de las enfermedades (que están en la conciencia) y no los síntomas o expresiones de las mismas.
Para terminar, Lipton defiende la existencia de la conciencia como una entidad separada del cuerpo y afirma que puede transmitirse a otros cuerpos o seguir existiendo después de la muerte. Por supuesto, pensar en la naturaleza inmaterial de la conciencia es algo de lo que aún no somos capaces, pero Lipton insiste en que esa es la realidad médica y que creer que el cuerpo es la única expresión de la conciencia es un error.
La obra de Lipton ha sido fuertemente criticada por diversos integrantes del gremio de la medicina que afirman que sus afirmaciones carecen de pruebas contundentes y no tienen sustento científico. Otros miembros del gremio sostienen una postura más moderada, y creen que si bien puede tener razón, no hay ni suficientes pruebas ni una hoja de ruta satisfactoria para usar este nuevo método como una alternativa médica viable. Quizás nuevas investigaciones brindarán nuevos caminos. ¿Qué opinas tú?
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