Una casa poseida por el mal
La madrugada del 15 de noviembre de 1974, el hijo mayor de la familia DeFeo, de tan sólo 17 años, asesinó a sangre fría a sus padres y hermanos con un rifle, dejando un total de seis personas muertas. Los hechos ocurrían en el 112 de Ocean Avenue, en Amityville, Nueva York. Desde ese momento aquella casa cambiaría para siempre.
ANTECEDENTES:
Estos asesinatos fueron el comienzo de la leyenda negra. Los investigadores no tenían ningún indicio que les permitiese sospechar de alguien en concreto, hasta que uno de los detectives que recorría la casa en busca de alguna pista encontró en la habitación del único superviviente dos cajas de cartón de balas para un rifle. Después de largos interrogatorios, la policía consiguió la confesión.
Familia Defeo
Ronald DeFeo había aprovechado la cena para introducir en ella una tóxina que produce estados de somnolencia, y con una escopeta del calibre 34 los asesina fríamente. A todos les disparó en la espalda, excepto a su madre, Louis DeFeo, a la que dispara sobre el cráneo.El joven fue condenado a 25 años de prisión.
Según aseguraría éste años después, había algo en el lugar que le incitó a cometer aquellos asesinatos… voces, e incluso la aparición de una sombra que le obligaba a hacerlo y que llegaban incluso a apoderarse de su cuerpo.
La mansión fue construida en 1924 y no se registró ningún suceso paranormal hasta aquella madrugada de noviembre del 1974.Como curiosidad decir que fue construida sobre un sanatorio indio donde murieron decenas de personas.
COMIENZAN LOS FENÓMENOS EXTRAÑOS:
Pero la verdadera historia de Amityville comienza días después, el 28 de diciembre de 1974, veintiocho días después de los asesinatos. Ese día, otra familia, compuesta por el matrimonio de George y Kathy Lutz, se mudó al lugar donde había ocurrido la masacre. La casa, espaciosa y de muy bonita arquitectura, estaba a la venta a un precio excepcionalmente barato (80.000 dólares), y los Lutz decidieron obviar los violentos hechos ocurridos con antelación y compraron el inmueble, aunque solamente pudieron ocuparlo unos pocos días debido a los extraños fenómenos que sucedían.
Desde el primer momento en que ocuparon la casa, el matrimonio y sus hijas pequeñas sintieron una presencia sobrenatural, que se iba haciendo más fuerte cada día. Al principio, se escuchaban ruidos extraños a lo largo del día; luego, comenzaron a aparecer manchas en las paredes y malos olores sin motivo aparente, y las puertas y ventanas se abrían solas.
Kathy Lutz agregaría que en reiteradas ocasiones se sintió observada en ciertas partes de la casa, principalmente en las habitaciones, y que una vio unos ojos rojos que la miraban desde la oscuridad a través de la ventana. De repente, comenzó a tener pesadillas repetitivas con los crímenes sucedidos en la casa, pero soñando que las víctimas eran los componentes de su familia.
Fotografia del interior, donde supuestamente aparece uno de los fantasmas.
La supuesta entidad que habitaba la vivienda trató incluso de apoderarse de los cuerpos de sus residentes, manipulándolos a su propia voluntad y obligándolos a cometer actos de naturaleza violenta, algo en lo cual los Lutz nunca han querido ahondar.
A los pocos días de habitar el lugar, el matrimonio se convenció de que la casa estaba poseída por una presencia demoníaca y recurrió al sacerdote de la iglesia más cercana, quien contaría después que al tratar de bendecir la casa, escuchó una voz que lo echaba, una voz que surgió de la nada desde la planta más alta de la casa y que gritó: ¡¡¡ LARGATE DE AQUÍ !!!. Según los relatos de la época, cuando el sacerdote entró en la casa, el ambiente se llenó de un olor putrefacto y una nube de moscas invadió el lugar. El religioso debió luchar con una fuerza física que le impedía acercarse a la casa y finalmente fue violentamente expulsado.
La visita del sacerdote marcó el punto en que los sucesos paranormales se incrementaron, George empezó a sentir presencias extrañas también, e incluso sentía miedo a abrir los grifos pues suponía que una presencia maligna podía salir de ellos si abría la llave de paso. Las alucinaciones se hacían más comunes y la desconfianza en la familia se acrecentaba, George afirmaba que su mujer se estaba transformando en una bruja pues, según él, se le estaban cayendo los dientes y el pelo, y él, se obsesionó con cortar leña. Toda la familia se despertaba todas las noches, siempre a las 3.15 de la madrugada.
Tras menos de un mes viviendo allí, los Lutz debieron abandonar para siempre la casa, que desde entonces se encuentra deshabitada y sobre la cual pesa el estigma de la leyenda de Amityville.
Hasta el día de hoy nadie se ha atrevido a volver a habitar la casa.
Fuentes:
https://zonamaldita.wordpress.com/2008/12/27/el-escalofriante-caso-de-amityville/
https://www.fenomenosparanormales.org/la-historia-de-amityville-y-la-extrana-foto-del-nino-fantasma/