Pulpos e inteligencia
Si alguna vez encontramos vida inteligente extraterrestre, es posible que se parezca a los pulpos.
No literalmente, por supuesto. No nos referimos a que tengan tentáculos con ventosas, o un pico, sino a que su comportamiento nos sería tan extraño como el que hoy vemos en estos animales. Los pulpos, bajo todo criterio, son una especie inteligente, pero una de la que no entendemos absolutamente nada.
Pese a compartir nuestra característica básica como seres vivos terrestres (esto es, el ADN), los pulpos se separaron de nosotros muchísimo antes que otras especies consideradas inteligentes (como los loros o los chimpancés). Su biología es diferente (sus músculos tienen colágeno), su química es diferente (su sangre funciona a base de cobre, no de hierro) y su fisionomía completa es diferente (en lugar de un cerebro, tienen una especie de “anillo neuronal” en torno al estómago. Sin embargo, son capaces de comunicarse entre sí, de resolver problemas complejos y de aprender.
Sin embargo, hay algo de lo que no son capaces: socializar. O al menos, eso se creía.
Socialización e inteligencia
Todos los animales que hoy consideramos muy inteligentes tienen la capacidad de relacionarse, y algunas maneras de comunicarse entre sí. Los pulpos tienen ambas, pero sus estilos de vida son eminentemente solitarios y no se ha registrado que un pulpo le “indique” a otro como realizar alguna acción o donde encontrar alimento.
Así mismo, los pulpos son animales de corta vida (la mayoría mueren luego de tener descendencia, en uno o dos años) y con miles de crías: no se dedican a la crianza de pocos individuos (como las aves o mamíferos), sino que tienen muchas esperando que unas pocas sobrevivan. Por esta razón no existen mecanismos de aprendizaje que le permitan a los padres (generalmente la madre, los pulpos no son monógamos) transferir conocimientos a las crías: no hay una manera de “aprender” de los mayores.
Esto llevó a los científicos, por mucho tiempo, a considerar que los pulpos no tenían relaciones sociales y que su evolución no les había brindado las capacidades para generar un idioma de algún tipo (como el que sí tienen primates, algunas especies de aves y cetáceos). Sin embargo, un reciente descubrimiento pone esta noción en entredicho.
Octlantis
Ya en 2009 un descubrimiento había indicado la existencia de una congregación de pulpos en torno a un antiguo naufragio. Sin embargo, en aquel momento se supuso que se trataba de la novedad del objeto que atraía los pulpos hacia él.
Recientemente, sin embargo, se descubrió una segunda ciudad ubicada en un escenario plano, sin nada novedoso, y que consistía esencialmente en construcciones hechas por los mismos pulpos. Como si esto no fuera suficiente, cada uno parecía guardar una “guarida” y los machos pasaban tiempo combatiendo entre sí por las mejores.
La especie en cuestión es el pulpo común de Sydney (Octopus Tetricus). La “ciudad” contenía unos 15 animales, rocas cuidadosamente alineadas y los restos de crustáceos y conchas que fueron la comida de los pulpos, y fue descubierta y analizada por investigadores de la Universidad de Illinois y la Universidad Pacífica de Alaska (ambas en los Estados Unidos). Si bien por ahora no sabemos mucho, podría transformar completamente lo que sabemos de estos animales.
Bibliografía: - https://pijamasurf.com/2017/09/cientificos_encuentran_ciudad_construida_por_pulpos/
- https://www.huffingtonpost.com/entry/octopus-city-octlantis-video_us_59c5424fe4b01cc57ff1ff65
- https://www.dailymail.co.uk/sciencetech/article-4898502/Octlantis-Underwater-city-built-entirely-octopuses.html
Imágenes: 1: dailymail.co.uk, 2: pijamasurf.com