Pero aquel año comenzó a gestarse la que quizás sea la conspiración más ocurrente de la que tenemos noticia. Un grupo de estudiantes universitarios comenzó a recolectar “pruebas” de que la ciudad no existía en realidad y era una operación encubierta del gobierno alemán con quién sabe qué propósitos oscuros. Veamos:

Sie                              

Toda conspiración requiere un colectivo detrás de ella capaz de manejar los hilos que la construyen. En este caso se trata de “Sie” (en alemán, “ellos”), una organización de orígenes oscuros que cooperaría con el gobierno alemán (o quizás incluso lo manejaría) para realizar sus objetivo oscuros.

El asunto, que surgió casi como una broma, fue tomando fuerza con la llamada “encuesta de Bielefeld” que proponía las siguientes tres preguntas a los ciudadanos alemanes:

1. ¿Conoce usted a alguien que provenga de Bielefeld?
2. ¿Ha estado usted alguna vez allí?
3. ¿Conoce usted a alguien que haya estado en alguna ocasión?

La ciudad, poco importante y de pequeño tamaño, es relativamente poco conocida, por lo que las personas naturalmente suelen responder “no” a las tres preguntas. Esto, viralizado mediante las redes, se ha convertido en la prueba suprema de la conspiración.

Por supuesto, una que otra vez alguien responde “sí” a alguna pregunta: en este caso esa persona es un representante de Sie o ha recibido un conveniente lavado de cerebro.

Aunque es posible que algunos crean verdaderamente que la ciudad no existe, para la mayoría esto es una especie de broma generalizada, tan popular que hasta la misma canciller alemana Ángela Merkel ha bromeado al respecto, señalando en una visita a la ciudad que “no sabía si se encontraba allí en verdad”.

Esta no es una conspiración real, pero al menos en territorio alemán es seguramente la más popular que hay.

Imagen: kalafudra.com