Una extraña enfermedad, produce que los niños en un corto tiempo, se conviertan en viejos decrépitos. Una película llamada “El curioso caso de Benjamin Button”, muestra un caso similar, de un niño que nació con el cuerpo de un adulto mayor octogenario y a medida en que pasaba el tiempo, iba tornándose joven hasta llegar a ser un bebé y morir. Pero esta enfermedad que mostraremos en seguida, provoca un envejecimiento acelerado. Veamos:
La progeria provoca el envejecimiento prematuro
El nombre de la rara patología es “progeria”, un mal genético letal que ataca a uno de cada siete millones de bebés recién nacidos. La etimología del nombre proviene del griego que traduce: “prematuramente viejo”.
Casi siempre, los niños que vienen con esta enfermedad, de los 0 a los 18 o 20 meses de edad, parecen tener un cuerpo saludable y en buenas condiciones. Pero luego, comienzan a quedar calvos y a perder rápidamente masa muscular. La piel se arruga y una dislocación de cadera se presenta de manera inminente, junto con una arteriosclerosis propia de los ancianos, acompañado todo esto con graves problemas cardiovasculares y deterioro acelerado del cerebro.
La historia de Sam Berns
Sam Berns, portador de la progeria, dedicó todos sus días a llevar conciencia al mundo entero, sobre esta enfermedad fatal que acabó con su existencia muy rápido. Fue la inspiración de “Life according to Sam”, un documental estadounidense que mostró cómo fue su existencia. Berns falleció iniciando 2014, a la edad de 17 años, pero con un aspecto de un anciano de más de 120.
En la India, se conoció el caso de una pareja de hermanos que nacieron con la extraña condición de la progeria: Keshav y Anjali Kumari. Desde que cumplieron un año, sus cuerpos se deterioraron velozmente, hasta quedar como un par de viejitos a punto de morir. Anjalí dijo a los medios cuando la entrevistaron: “entiendo mi diferencia física en comparación al resto, tengo la cara hinchada mientras todo el mundo se ve normal”.
Parecen jubilados sin si quiera ser adolescentes
Los niños sufrían por las constantes burlas de sus compañeros de clases. Les decían “los abuelos”, o “los monos”. Hasta que llegó el punto en que no pudieron asistir más al colegio. Era la primera vez que en esa familia se presentaba algo así, hasta donde tienen memoria. Pero los niños otuvieron otra hermana y ella no nació con progeria y se desarrolló con normalidad. «me gustaría algún día verme tan bonita como mi hermana», decía Anjali.
Así hay varios niños alrededor del planeta, quienes parecen unos jubilados, pero sin si quiera haber llegado a ser adolescentes. Los rasgos son muy marcados: el rostro muy inflamado, globos oculares hundidos y la piel flácida y arrugada. La dentadura también es demasiado frágil y suelen quedar sin dientes. Los huesos se vuelven bastante débiles y cada día se hace más difícil ir al baño. Muchas veces, los médicos que se enfrentan a un caso de éstos, queda absorto y sorprendido, pues resulta impactante y poco frecuente.
Imagen: miamiactualidad.com