Es probable que lo más conveniente, antes de avanzar sobre los usos y demás aspectos, considerados por la Real Academia Española de la Lengua (RAE), respecto a los signos de exclamación, sea revisar de forma breve su propia definición, a fin de entender las normas inherentes a estos signos de puntuación, dentro de su contexto teórico preciso.
Signos de exclamación
De esta manera, será pertinente comenzar a decir que la RAE, específicamente en su Diccionario panhispánico de dudas (2005) define a los signos de exclamación como un signo de puntuación doble, es decir, que cuenta con signo de apertura y signo de cierre, los cuales son representados respectivamente por los siguientes símbolos: ¡!
Así mismo, la máxima institución de la Lengua española ha señalado que los signos de exclamación cumplen expresamente con la misión de encerrar o contener las expresiones de tipo exclamativas, a fin de señalar la entonación con la cual deberá ser leída o interpretada dicha oración o idea, de ahí que también reciban el nombre de signos de admiración.
Normas de uso de los signos de admiración
De igual forma, la RAE se ha dado a la tarea de señalar cuáles deben ser los parámetros específicos, por los cuales se debe regir el correcto uso de estos signos de puntuación, y cuyo incumplimiento u omisión puede conllevar a cometer errores ortográficos. A continuación, las distintas reglas de puntuación para los signos de exclamación:
- Aun cuando existen casos especiales, en donde se puede hacer uso de uno solo de los signos de exclamación, siendo generalmente el de cierre, en realidad la norma es muy clara en señalar que toda vez que se quiera dar cuenta de una oración exclamativa, esta deberá contar con signos de apertura y de cierre. En este sentido, la Academia enfatiza que, en el Español, se considera un error suprimir el signo de apertura de los signos de exclamación. Por lo tanto, la forma correcta de usarlos será la siguiente: ¡Qué sorpresa tan grande encontrarte hoy aquí!
- Con respecto al signo de apertura, de corresponder a una frase que se encuentra en medio de un texto, este deberá anotarse entonces dejando un espacio entre él y la última letra del texto que antecede a la oración exclamativa. Así mismo, no existirá espacio entre este signo de apertura y la primera letra de la oración exclamativa que encierra.
- En caso de que al signo de apertura le anteceda otro, como por ejemplo una coma, se deberá dejar igualmente un espacio entre este otro signo y el símbolo de apertura de exclamación.
- En cuanto al signo de cierre de los signos de exclamación, este deberá escribirse inmediatamente después de la última letra de la oración exclamativa que contiene. Así mismo, deberá guardar un espacio de separación en relación a la primera letra de la palabra que le sigue.
- De igual forma, si después de la oración exclamativa tuviese lugar la aparición de una coma, esta deberá ser anotada inmediatamente después del signo de cierre, sin que exista espacio entre ellos.
- Por otro lado, la RAE es también enfática en señalar que nunca, bajo ninguna circunstancia, se podrá anotar un punto después de un signo de cierre de exclamación, pues este ya lo contiene. De resto, la Academia admite que detrás del signo de cierre de exclamación pueda colocarse cualquier otro signo de puntuación.
- Una vez colocado el signo de cierre, se asume que la primera letra de la siguiente palabra, así se trate de un texto corrido deberá ir con mayúscula inicial, pues se considera que el signo de cierre cumple igual función que el punto.
- Así también, la Academia señala que el signo de apertura sea colocado justo en el momento en donde comienza la oración exclamativa. Por ejemplo: Yo salí sin imaginarme que lo vería, crucé la calle, ¡y ahí estaba!
- Cuando en una oración exclamativa existe un vocativo inicial, este deberá escribirse por fuera de los signos de exclamación. Por ejemplo: Ana María, ¡qué bueno verte por acá de visita! En cambio, si el vocativo ocupa la última parte de la oración, se encontrará contenido entre los signos de exclamación: ¡Qué bueno verte por acá de visita, Ana María!
- Si tuviera lugar que dentro de un texto existen varias oraciones exclamativas, que son anotadas de forma sucesiva, estas serán consideradas oraciones independientes, por lo que cada una contará con sus signos de apertura y cierre, y comenzará por mayúscula. Por ejemplo: ¡No me digas más! ¡No lo puedo creer! ¡Bienvenida!
- Sin embargo, puede suceder que al encontrarse varias oraciones exclamativas sucesivas, estas no sean independientes, sino parte de un mismo enunciado, situación que es declarada por la coma o el punto y coma, que se anota entre ellas. En este caso, la única oración exclamativa que contará con mayúscula inicial será la primera. Por ejemplo: ¡No me digas más!, ¡no lo puedo creer!, ¡bienvenida!
- Entre otra de las normas de uso que existen en referencia a los signos de puntuación es aquella que indica que todas las interjecciones del Español deberán ser contenidas entre signos de exclamación. Por ejemplo: ¡Oh! ¡Ah! ¡Ey! ¡Ay!
- Así mismo, cuando se traten de elementos de corta extensión, los cuales además se encuentren duplicados, se admitirá escribirlos a todos dentro de los mismos signos de exclamación, haciendo que solo el primero lleve mayúscula inicial. Igualmente serán separados por comas. Por ejemplo: ¡Ja, ja, ja!
Usos especiales de los signos de admiración
Por otro lado, la Real Academia Española de la Lengua indica que existen algunos casos especiales de uso de los signos de exclamación, los cuales podrán ser explicados tal como se muestra seguidamente:
- Aun cuando en el Español se considera un error suprimir el signo de apertura, en el caso de los signos de exclamación, existe un caso en donde se admite solo el uso del signo de cierre. De esta manera, la Academia indica que se puede usar un signo de exclamación de cierre, contenido dentro de paréntesis, para señalar exclamación en el texto. Por ejemplo: Se ganó la lotería en noviembre (!).
- Así mismo, la Academia señala que puede darse el caso de que una oración sea exclamativa e interrogativa al mismo tiempo, lo cual admite que ambos signos sean combinados, es decir, usados juntos, haciendo que abra el de exclamación y cierre el de interrogación, o viceversa: ¡Cuándo llegaste? / ¿Cuándo llegaste! E incluso la Academia permite el uso de ambos: ¡¿Cuándo llegaste?! / ¿¡Cuándo llegaste!?
- Por otro lado, la RAE indica que dentro de los textos de carácter literario se permite la licencia de escribir varios signos de exclamación, para imprimir mayor efecto en la exclamación. Por ejemplo: ¡¡¡Cobarde!!!
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