La gran mancha del gigante gaseoso
Júpiter es un planeta que desafía la imaginación humana. Siendo mayoritariamente gaseoso, presenta presiones gigantescas en su superficie y una atmósfera extremadamente gruesa que impide la entrada de la luz – al menos, con la nitidez con la que entra en nuestro planeta –. De lo que se extiende bajo ella no podemos más que elucubrar: océanos de hidrógeno líquido en los que las inmensas presiones crean grandes bloques de hidrógeno sólido y se producen reacciones y fenómenos climáticos que no podemos comprender del todo.
Una de las características más notorias del planeta es la mancha que aparece en uno de sus costados. El conocimiento popular nos indica que es una tormenta – un huracán, para ser más exactos – pero no es mucho más lo que nos dice son respecto al misterioso punto que tanto relacionamos con el gigante. Veamos algunas características de la mancha:
En primer lugar, sí, es un huracán, y es inmenso. Dicha tormenta podría absorber a nuestro planeta entero sin mayores traumatismos: su longitud es de unas tres veces el diámetro terrestre. Se trata de una tormenta inmensa para un planeta gigante.
En segundo lugar, sabemos que es extremadamente longeva (ya estaba allí hace 400 años, cuando el planeta se observó detalladamente por primera vez), pero que podría desaparecer en nuestra generación. De acuerdo con la NASA, la tormenta se está reduciendo a un ritmo extremadamente acelerado: de más de 40.000 kilómetros de diámetro se ha reducido a menos de 20.000 en un plazo de 70 años y sigue haciéndolo: se calcula que se reduce casi 1.000 kilómetros por año.
Los misterios del planeta gigante
Cuando hablamos de un planeta rocoso – como la tierra – las cosas son relativamente sencillas: hay una atmósfera que cubre una superficie sólida y generalmente visible desde el espacio (aunque no siempre). Sin embargo, el núcleo de los planetas gaseosos es mucho más pequeño, mientras que va acompañado de atmósferas increíblemente grandes que componen la mayoría absoluta del planeta.
En el caso de Júpiter, su atmósfera cubre más de 5 mil kilómetros: se calcula que en su base la temperatura supera los 10 mil grados centígrados, en comparación con los apenas 25 °C terrestres. Así mismo, el inmenso grosor de la atmósfera genera relámpagos que, se calcula, podrían tener más de 200 mil veces el poder de los rayos de nuestra atmósfera.
Se desconoce a ciencia cierta las características de la tormenta gigante que afecta este planeta, al menos, al detalle que nos gustaría conocerla. Lo que sí sabemos es que lleva más de 400 años sin detenerse, pero que podría hacerlo en pocas décadas.
La gran tormenta de Júpiter
¿A qué se debe la disminución en la tormenta? No lo sabemos a ciencia cierta. Lo único que sabemos es que la tormenta más grande del sistema solar parece estar amainando. En la actualidad, la gigantesca nube sigue girando con vientos de casi 400 km/h, pero bien podría dejar de hacerlo en unos 20 o 30 años.
Los astrónomos se muestran extremadamente interesados en el fenómeno, pues es de esperarse que la desaparición de la tormenta nos brinde muchísima información sobre lo que sucede en la atmósfera del gigante planetario. Pese a nuestro avanzado conocimiento del universo es realmente poco lo que sabemos de Júpiter, por lo que dicho conocimiento nos vendría muy bien.
Fuente de imágenes: 1: spacetelescope.org, 2: nasa.gov