La Guerra Comercial
Llevamos ya casi dos años del peculiar enfrentamiento económico entre los Estados Unidos y China. Diferentes lecturas son posibles, y cada cual tendrá seguramente el bando de su preferencia, pero lo cierto es que este conflicto se reduce esencialmente al país norteamericano intentando evitar el surgimiento de un competidor más poderoso que él, en términos políticos tanto como económicos.
Si bien los anuncios han sido dramáticos y grandilocuentes a lo largo de este periodo, lo cierto es que el impacto real de este conflicto había sido relativamente leve. Tanto Estados Unidos como China tienen una fuerte economía interna, y son capaces de resistir el embate de este tipo de ofensivas. Y, hasta el momento, ninguna de las dos economías ha realizado acciones realmente dramáticas.
Pero con el reciente anuncio del gobierno estadounidense de prohibir a cualquier empresa del país negociar con Huawei, gigante chino de la tecnología, las cosas acaban de tomar un carácter mucho más serio.
La carrera por el 5G
En la actualidad China y Estados Unidos se encuentran en medio de una carrera tecnológica por ser el primer país en desarrollar tecnologías 5G a un precio asequible. Huawei, en particular, es la empresa china que dirige este desarrollo y ha conseguido millonarios contratos en todo el mundo por países interesados en tener las más avanzadas redes de comunicación.
En contraste, Estados Unidos no tiene una empresa que compita con la misma fiereza.
En el pasado el gobierno de Trump había intentado convencer a sus aliados de los peligros de contratar con Huawei, pues los Estados Unidos aseguran que su software tiene código espía para sustraer información de los países con los que contrata. Sin embargo, nadie le hizo mucho caso y regiones como Europa y América Latina siguieron contratando con los chinos.
Sin embargo, el gobierno estadounidense no ceso allí. Alegando razones de seguridad nacional indicó que la tecnología estadounidense no podía quedar en manos de Huawei, y prohibió a todas las empresas venderle productos a esta compañía. Y aquí la cosa cambió, pues la empresa china es tremendamente dependiente de muchos proveedores estadounidenses: gran parte de sus microchips, sus láser y otros aditamentos tecnológicos vienen de América del Norte. Y aparte, y más grave aún, su sistema operativo es propiedad de Google, y la empresa ya anunció que dejará de prestarles el servicio en sus dispositivos por venir.
Bloqueo
Huawei aseguró que llevaba tiempo preparándose para un incidente de este tipo y que tenía suficientes reservas y proveedores en otros países como para seguir con su producción ordinaria. Así mismo, el gobierno chino de inmediato anunció su apoyo total a la compañía y al sector tecnológico del país, indicando la aparición de subsidios, apoyos en la construcción de nuevas cadenas de suministro y en general ayudas para evitar su bancarrota.
De todas las cosas que ha hecho el gobierno estadounidense está la primera que tiene en verdad la posibilidad de limitar o detener el desarrollo tecnológico chino y darle ventaja a empresas de otros países. Huawei, casi que por sí misma, es la que dirige el desarrollo 5G en este país, por lo que su quiebra sería un golpe durísimo para los chinos. Sin embargo, desde el país asiático ya se advirtió que esto no ocurrirá.
Pero por otra parte, esta decisión también llevará a la bancarrota de importantes industrias tecnológicas de Estados Unidos, que hasta el momento eran los principales proveedores de Huawei y hoy serán sustituidos por empresas de otras regiones. Si Huawei consigue reorganizar su cadena de suministro el único logro que Trump habrá conseguido con esta decisión será la destrucción de empresas estadounidenses en vano. Entretanto, competidores europeos y asiáticos (principalmente japoneses, coreanos y de Taiwán) serán los más beneficiados.
En cualquier caso, lo cierto es que la guerra comercial se acaba de poner mucho más interesante.
El caso de los procesadores
Hace dos años, cuando todo este asunto comenzó, una de las primeras decisiones del gobierno estadounidense fue limitar la exportación de ciertas tecnologías vitales a China, en particular algunos tipos de procesadores de Intel.
En su momento, esto sí generó un impacto considerable en la industria tecnológica china, limitando su flexibilidad y desarrollo de manera considerable. Sin embargo, con ayuda del gobierno las empresas chinas pronto respondieron generando su propia cadena de suministros para fabricar estos procesadores, y sacaron al mercado el procesador Sunway precios semejantes y con capacidades similares a sus competidores estadounidenses. El bloqueo, entonces, fue mucho más efímero de lo esperado y terminó por impulsar el desarrollo tecnológico chino de manera imprevista y considerable.
Muchos críticos del actual gobierno estadounidense alertan que el resultado de esta movida podría ser semejante y llevar a que productores y ecosistemas de software nativos superen a los estadounidenses en el mediano plazo, cerrando el mercado chino (y probablemente casi que todo el mercado asiático) a las firmas norteamericanas.
Pero en cualquier caso, sólo el tiempo dirá que termina por sucede exactamente.
Fuentes:
- https://www.ozy.com/fast-forward/how-china-is-mastering-computer-chips/92397
- https://www.theguardian.com/technology/2019/may/20/huawei-blockade-do-i-need-to-stop-using-my-android-phone
- https://www.asiatimes.com/2019/05/article/us-ban-wont-derail-huaweis-european-5g-rollout/
Imágenes: 1: washingtonpost.com, 2: androidauthority.com, 3: scmp.com