El testamento de Amelia
Conocer el destino final de alguien puede ser desolador, más aún cuando esos últimos días se tratan de alguien joven a la que la muerte le llegó de una forma inesperada. Es esta la historia de Amelia, quien por medio de un cautivador canto nos narra sus últimos deseos.
El canto consta de algunos versos a modo de pregunta y respuesta interpretados en La Menor. Es de origen Catalán, posiblemente compuesto en el siglo XIV, de autoría desconocida y dedicado a la tercera hija de Ramón III Berenguer, Conde De Barcelona, y a Dulce de Provenza, la esposa del Conde.
El testamento de Amelia, cuenta la historia de una princesa que está muriendo, y por medio de 5 cuartetas y 5 dísticos estribillos alternados en rigurosa métrica haciendo uso preferente del catalán pero incorporando influencia de otras lenguas romances, desvinculando totalmente el español, Amelia tiene una conversación misteriosa con su madre a la que le va contando sus últimas voluntades.
“Un castillo dejo a los pobres
para que recen a Dios.
Cuatro a mi hermano Carlos.
Dos a la Madre de Dios.”
No obstante, en las últimas partes de la canción cuando la princesa ha repartido ya sus bienes, expresado sus desconsuelos se revela la verdad de la causa que la llevará a su tumba, su madre la ha estado envenenando por celos y el deseo de quedarse con el esposo de su hija.
“Y a vos, madre mía,
os dejo a mi marido
para que lo tengáis en vuestra alcoba
como ya hace mucho tiempo que hacéis.”
El legado de la princesa
La melodía ha sobrevivido hasta llegar a nuestros días, volviéndose conocida gracias al trabajo de grandes artistas como Victoria de los Ángeles, Joan Manuel Serrat y Miguel Llobet, quien por medio de un proyecto propio hizo un arreglo de guitarra clásica de esta obra para dar al mundo un vistazo sobre la cultura catalana.
Una bella letra de las que se pueden encontrar varias interpretaciones, y que en medio del modernismo se rehúsa a quedarse olvidada para dardos una muestra del arte del pasado.
Bibliografìa:
Imagen: hesperetusa.wordpress.com