Para conseguirlo se ha recurrido a discursos, marchas por la paz, oraciones, huelgas de hambre, tratados, negociaciones, y muchas cosas más. Sin embargo, la tan anhelada paz pareciera cada vez más esquiva y la intolerancia y la violencia parecieran en pleno auge y esplendor.

Para algunos, no es posible obtener resultados diferentes haciendo lo mismo, así que algunas personas han propuesto mecanismos diferentes. Y de ello sí que sabe Carlos Eduardo Serrano, un artista plástico que ha propuesto la masturbación a cambio de pañuelos blancos y romerías inacabables.

La masturbatón

Para ello convocó a finales del año 2015 a una gran masturbatón por la paz de Colombia que iba desde las 6 de la mañana hasta la media noche. Para participar sólo había que masturbarse desde casa pensando en la paz de Colombia y durante el clímax, dirigir mentalmente la energía del orgasmo a la plaza de Bolívar, uno de los lugares más emblemáticos de Colombia.

El movimiento de onanistas

Pero Serrano no sería el primero en promover una idea de tal índole y desde comienzos del año 2000 el movimiento de onanistas por la paz mundial viene haciendo algún eco en redes sociales y creando grupos entre los que sobresale “marturbate for peace” que, adicionalmente cuenta con su propia página web. Una de las consignas del grupo es que el mejor antídoto para la guerra es el amor, y qué mejor que el amor a sí mismo.

La oraciones han resultado ineficaces

Aparte de esto algunos argumentan que las oraciones no han logrado mucho así que quizás el poder de la masturbación sí lo logre, máxime que se le atribuye al orgasmo un gran catalizador de energías emocionales, neuronales y hasta parapsicológicas.

Fuente de imagen: batanga.com