Sin embargo, parece que algunos seres humanos tienen la particularidad de tener lágrimas que no están compuestas de los componentes tradicionales (agua y sal, principalmente). Ya vimos el caso de la mujer que desarrollaba rocas en los ojos, y hoy hablaremos de un caso algo semejante – aunque menos dramático – relativo a una muchacha cuyas lágrimas están hechas de sangre.

Marnie

Marnie Rae Harvey tiene actualmente 17 años y presenta episodios de sangrado constante que la han convertido en una persona aislada, que teme incluso salir de su casa. El llanto de sangre no fue más que la culminación de una serie de eventos muy extraños.

Los primeros eventos ocurrieron en marzo de 2013, cuando comenzó a toser sangre de manera esporádica. Pese a que toser sangre nunca se considera como algo bueno, los especialistas que la revisaron no encontraron ninguna anomalía preocupante y le dijeron que no tenía problemas de salud.

La situación siguió así por dos años, pero en julio de 2015 un día Marnie despertó con el rostro cubierto de rojo. Fue entonces cuando se dio cuenta de que sus ojos habían continuado el proceso de su tos y ahora lloraban lágrimas de sangre. Las dos semanas siguientes sus ojos sangraron en algún momento prácticamente todos los días.

Los análisis médicos no encontraron nada, y en este caso incluso fue imposible incluso que fuesen testigos del fenómeno, pues de acuerdo con Marnie sus ojos se llenan de sangre y pocos segundos después vuelven a la normalidad. Un análisis de sangre tampoco reveló nada extraño.

Y así, dos semanas después, mientras se encontraba en el supermercado, Marnie sintió de pronto que sus ojos se nublaban de rojo y algo corría por su cuello: ojos y oídos acababan de inundarse de sangre. Y una vez más, tuvo que correr al hospital.

Una enfermedad desconocida

A estas alturas, quedaba claro que la situación no era normal y los médicos comenzaron a hacer análisis para detectar las causas en la extraña dolencia de la joven.

Marnie fue diagnosticada con Hemolacria – o presencia de sangre en las lágrimas – pero esta es una situación que puede deberse a multitud de factores y es imposible saber cuál de ellos es el causante en este caso particular (que por lo demás es bastante dramático).

Por ahora, Marnie ha tenido que “posponer su vida” en sus propias palabras: su dolencia la obligó a abandonar temporalmente la escuela y esto hizo que perdiera los exámenes finales, requisito para graduarse y poder ingresar a la Universidad.

Peor aún, la joven asegura que su enfermedad la ha convertido en el blanco de todas las miradas y que incluso en el hospital las personas se acercan a tomarle fotografías con cara de asco. Posiblemente sea este problema psicológico – y no los casi inexistentes problemas fisiológicos – el verdadero karma de su dolencia.

En cualquier caso, la joven está siendo tratada con Prostap 4, una droga diseñada para anular el funcionamiento del útero que tiene un 60% de probabilidades de dejarla infértil. Por ahora, tendrá que esperar unos meses para ver si el tratamiento funciona.

Y entre tanto, sus lágrimas siguen siendo de sangre.

Fuente de imágenes: bbc.com