Quienes lo han visto no se ponen completamente de acuerdo sobre su apariencia, pero refieren una criatura con cascos, un porte semejante al de un canguro, alas de murciélago, cabeza de cabra, cuernos y dos pequeños brazos. Su cola, afirman algunos, estaría terminada en un tridente, simbolizando la oscuridad del maligno.

El Demonio de Jersey

Los avistamientos de esta criatura – o criaturas – son comunes desde al menos el siglo XVIII y han sido reportados por innumerables personas, siendo particularmente recurrentes entre 1909 y 1910 cuando se convirtieron en una aparición constante en los titulares de los periódicos. El Demonio, sin embargo, parece tener un nombre más macabro del que debería, pues pocas personas  han denunciado ataques o raptos por parte de la criatura, que sencillamente parece gustar de pasar el tiempo por allí.

Su aspecto, sin embargo, ha sembrado el terror en más de una ocasión, y un número importante de aventureros han intentado capturarlo sin éxito alguno. Hacia principios del siglo XX había incluso una considerable recompensa para aquel que fuese capaz de capturarlo, pues varios circos de la región estaban interesados en comprarlo, pero esto fue imposible… pese a que muchos de los aventureros aseguraron el haberlo encontrado.

Pero, ¿qué era el demonio de Jersey? ¿De dónde salió?

Una supuesta fotografía del Demonio que, afirman muchos, era una broma de Halloween

La Leyenda

Difícilmente podría existir un animal con estas características… pero es que jamás se consideró que se tratase de un animal. De acuerdo con la tradición de la región, el Demonio de Jersey sería la representación terrenal del mismísimo Satanás, engendrado por una mujer que profetizó su misma desgracia. La historia va como sigue:

En una región de Pine Barrens vivía una mujer llamada Mother Leeds. En 1735 Leeds se encontraba en medio de su 13° parto cuando entró a una especie de trance y declaró, ante sus aterrados amigos, “este habrá de ser un demonio”. El nacimiento del niño terminó sin incidente alguno y todos creyeron que se había tratado de una simple frase debida al dolor.

Pero con el tiempo, el pequeño comenzó a mostrar cambios.

Su piel se volvió negra y su cara, otrora ordinaria, comenzó a alargarse. En la espalda le salieron dos protuberancias, y las uñas de sus pies comenzaron a cubrir toda la punta. Poco a poco se convirtió en la tétrica imagen relatada por miles de testigos de un verdadero demonio en la Tierra. En algún momento de su juventud asesinaría a su madre antes de huir volando y esconderse en las montañas: se cuenta que un exorcismo lo mantuvo alejado de las regiones por cien años, pero que en 1890 volvió a aparecer.

Su madre, afirman algunos, era una hechicera que habría quedado encinta del mismísimo Satanás. Al final, pagaría su atrevimiento con su vida.

En la actualidad los avistamientos del Demonio de Jersey han disminuido, pero ocasionalmente aparece ante uno que otro caminante desprevenido. Como siempre, suele ser escurridizo y para cuando la persona reacciona, ya ha escapado.

Fuente de imágenes: 1: csicop.org, 2: people.com