Antes de continuar con la historia es necesario aclarar que es un guando. Verán: el guando es un artilugio elaborado con guadua o tabla picada en forma de camilla, en la cual se pone al muerto para transportarlo al sitio e n donde se va a enterrar.

Un hombre ambicioso sin santa sepultura

Con lo anterior aclarado podemos continuar. La tradición oral nos cuenta que en un pueblito había un hombre de corazón ambicioso y orgulloso a quien no le gustaba colaborar ni ayudar con las personas de su alrededor. Si alguien necesitaba ayuda para llevar al muerto al cementerio, el personaje respondía con feos ademanes y decía que no tenía obligación con nadie y que tampoco iba a cargar un mortecino. Agregaba que cuando él muriera lo echaran a una zanja para que los gallinazos se hicieran cargo de él.

Finalmente, la calaca vino por el desalmado y uno podría pensar que la gente del pueblo estaría menos interesada en darle santa sepultura, en vista de su comportamiento. Sin embargo, pudo más la caridad cristiana y decidieron llevar al muerto al cementerio. Construyeron el guando y cuando lo fueron a levantar, no fueron capaces: el difunto estaba demasiado pesado, entonces decidieron que para no cansarse por el camino se relevarían cada cuadra.

Cuando la marcha fúnebre estaba pasando por un puente de madera, el peso de la carga los traicionó y el cuerpo se deslizó por la camilla cayendo al río. Los hombres acompañantes bajaron por la lindera del río buscando el cadáver, pero no encontraron nada.

Empero, la historia no acaba acá: dicen que cada noche cerca de la víspera de los difuntos se puede ver una pequeña marcha fúnebre cargando un guando, causando gran terror mientras se oye rezar a la procesión unos cuantos rosarios por el muerto.

Bibliografía:

1. https://www.culturarecreacionydeporte.gov.co/es/bogotanitos/cuenta-la-leyenda/leyenda-del-guando 

Imagen: mitosyleyendasdelorientecolombiano.blogspot.com