El tiburón más temido del mundo
El Tiburón Blanco (carcharodon carcharias), también conocido como Gran Blanco, es el tiburón más grande del mundo en cazar activamente a presas de tamaño considerable. Puede alcanzar un tamaño de casi 8 metros de longitud y pesar en torno a las 3 toneladas, y es la única especie sobreviviente del género Carcharodon. Vive en aguas costeras, normalmente frías, y suele ser el epítome, en la cultura popular, de un asesino desalmado, de sangre fría, que llena de terror los océanos mundiales.
Sin embargo, pese a su indudable notoriedad en la cultura y el conocimiento popular, el Gran Blanco es un animal muy poco conocido – y comprendido – por la ciencia. Estos tiburones se caracterizan por ser particularmente elusivos e impredecibles, lo que hace que estudiarlos sea un asunto bastante complicado. Hasta hace poco más de una década (cuando las jaulas móviles y los dispositivos de localización satelital nos permitieron estudiar con algo más de detalle estos animales), los movimientos del Gran Blanco eran un completo misterio para los biólogos.
Lo único que se sabía con seguridad era que los tiburones podían migrar por distancias impresionantes: un tiburón en particular (llamado Nicole) fue una vez detectado en Sudáfrica, en Australia y luego de vuelta en Sudáfrica, para un recorrido de casi 20 mil kilómetros. Sin embargo, los patrones de las migraciones y los lugares favoritos de caza eran completamente desconocidos… hasta ahora.
Una ambiciosa investigación de la Universidad de Stanford, el Observatorio Point Reyes y la Fundación para la Investigación de los Tiburones Pelágicos realizó la titánica labor de marcar con sistemas de GPS un gran número de tiburones de las costas de California y rastrearlos por más de un año. Lo que descubrieron resultó ser algo completamente sorprendente… e inesperado.
Durante aproximadamente medio año (de agosto a febrero), los tiburones tienen un comportamiento natural y esperado: habitan las costas de California (principalmente en torno a las Islas Farallón y la Isla del Año Nuevo), a veces viajando a la Bahía de San Francisco, en lo que los biólogos denominan el triángulo rojo. Estas aguas abundan en leones marinos, focas moteadas y elefantes marinos del norte, así como muchas especies de peces, por lo que los tiburones tienen una fuente abundante de alimentos.
¿A dónde van los tiburones?
Sin embargo, a partir de febrero los blancos desaparecen de la región. Gracias al estudio, los biólogos fueron capaces de determinar los lugares en los que se alimentan en el verano: por lo visto un 20% de los tiburones se dirigen a Hawái, donde parece ser que se alimentan de ballenas jorobadas (o de sus placentas), y a pesar de ser cazadores solitarios, los tiburones viajan en grupos en lo que parecen ser rutas preestablecidas.
El verdadero misterio es lo que ocurre con el 80% restante de los tiburones. De acuerdo con los resultados de la investigación, parece ser que se reúnen en un punto específico del pacífico norte, a medio camino entre las Islas Hawái y la Península baja, para… bueno, ese es el punto: nadie logra explicarse la razón de esta migración. El punto fue bautizado como “Café del Tiburón Blanco” por investigadores del Monterey Bay Aquarium Research en 2002, y desde entonces ha sido monitoreado de cerca… sin que en ningún momento aparezca explicación alguna al misterio.
La región carece de islas o zonas costeras, que son los lugares habituales de cacería para estos animales. Los investigadores ni siquiera entienden qué método usan los tiburones para llegar al lugar, pues no existen referentes geográficos obvios… al menos, no para los seres humanos. Y lo más interesante, el Café del Tiburón Blanco es una región baldía, el equivalente marino a un desierto, donde prácticamente no existen presas que el tiburón pueda cazar. Y lo más interesante es que los tiburones permanecen aquí por meses.
El secreto del Gran Blanco
Pero el misterio no termina aquí. En la zona, los tiburones presentan un comportamiento completamente anómalo: pese a que normalmente son animales solitarios, se concentran en grandes números y permanecen cerca unos de otros. Así mismo, se presentan constantes descensos masivos por parte de los tiburones: aunque se sabe que esta especie suele visitar ambientes pelágicos, en este caso es una profundidad sorprendente – de hasta 1000 metros, aunque más comúnmente en torno a los 300 – y con demasiada frecuencia: en promedio, un tiburón descenderá un mínimo de 30 veces y un máximo de 100 en un día.
¿A qué se debe este comportamiento? ¿Qué busca en la región el Gran Tiburón Blanco? Todo tipo de teorías se han propuesto y han sido igualmente rechazadas. Lo primero que se supuso es que se trataba de un ritual de apareamiento, pero nunca se ha visto el acto o el nacimiento de tiburones y la zona también la visitan jóvenes que no están en edad de aparearse. Otra teoría involucra la búsqueda de cardúmenes móviles de atún o pez espada, pero estos animales son demasiado rápidos para los tiburones.
Pero no cabe duda de que la teoría más interesante es la que le apunta a una gran población submarina de calamares gigantes. En efecto, las constantes visitas a las profundidades y la presencia en la región de cachalotes (otro reconocido cazador de calamares gigantes) hacen pensar que, aunque en la superficie se trate de un desierto, quizás en las profundidades las presas abundan para los tiburones.
Esta teoría es rechazada por algunos biólogos que afirman que si no hay alimento para los tiburones, tampoco lo habría para los calamares. Nada se ha probado, y lo único seguro es que ningún bañista querría jamás visitar este pequeño lugar del pacífico, donde las pesadillas de muchos se hacen realidad.
¿Cómo explicarías tú la migración del Gran Blanco?
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