El caso sucedió en Oklahoma, Estados Unidos, hacia el mes de octubre del año 2014 en la escuela secundaria Wagoner cuando las directivas del plantel contrataron a la profesora Lorie Ann Hill, de 49 años, una maestra de clases especiales.
Sin embargo, algo atípico sucedería cuando la mujer llegó a trabajar, en su primer día de labores pues la maestra no se presentó ante las directivas, como sería lo normal, para recibir las respectivas indicaciones, sino que una vez en el plantel, se dirigió a un salón de clases y procedió a bajar se los pantalones, de manera que quedó semidesnuda.
Otros profesores, al percatarse de la situación, y dado que no conocían a la nueva trabajadora y la mujer estaba en estado de alicoramiento, procedieron a llamar a la policía. Una vez que llegaron los oficiales la mujer fue arrestada y procesada por delitos menores y dejada en libertad unos cuantos días después.
La profesora fue hallada ebria y desorientada y manifestó a los oficiales que había consumido bebidas alcohólicas en horas previas, posiblemente en su automóvil donde fue hallada una taza con marcado olor a vodka. Por fortuna para la mujer, el salón de clases donde se introdujo estaba vacío, por lo cual no enfrentó cargos agravados.