Tal vez lo más acertado, antes de abordar las distintas normas de uso, promulgadas por la Real Academia Española de la Lengua (RAE), respecto a la Raya, sea revisar de forma breve la propia descripción de este signo de puntuación, a fin de poder entender cada una de las reglas dentro de su contexto ortográfico.
La raya
En este sentido, se podrá comenzar a decir que la Raya es definida por la RAE como uno de los principales signos de puntuación, el cual se encuentra representado por un guión largo (—) el cual cumple con la función, de poder aislar ciertos enunciados, permitiendo así al autor introducir incisos dentro del texto, o colocar información adicional sin que interrumpa el normal desarrollo del discurso.
Así mismo, la Academia señala que la Raya (—) no debe ser confundida en ningún momento con el Guion (−) de más corta extensión, y al que se le destinan otros usos. De igual forma, la Raya puede ser usada como signo doble, es decir, con un signo de apertura y otro de cierre, o incluso como uno solo, por ejemplo cuando es usada para introducir cada uno de los parlamentos de un guion dramático.
Reglas de uso de la raya
Tal como todos los otros signos de puntuación, la Real Academia Española de la Lengua ha promulgado una serie de reglas o normas de uso, sobre la forma correcta en la que debe ser empleada la Raya, los cuales deben ser cumplidos, a fin de no cometer errores de puntuación en el texto. A continuación entonces una serie de normas sobre cuándo y para qué usar la raya:
- De esta manera, uno de los usos que se le dará a la raya será el de encerrar aclaraciones e incisos que interrumpen el discurso. En este caso se debe usar el signo de apertura y el de cierre. Por ejemplo: Esperaba ver a Julio —el hermano de Patricia—, pero él no pudo venir. En este caso, también podría usarse coma o paréntesis, todo depende de lo que considere el autor sobre el grado de conexión del enunciado.
- También se usará la raya, en este caso como signo de puntuación simple, para señalar intervención de personajes en diálogos, sin necesidad de escribir el nombre del personaje. Por ejemplo:
—¿Te gustó el concierto?
—Sí mucho, tenía tiempo sin distraerme.
- Igualmente, se empleará la raya para enmarcar los comentarios que haya hecho el autor o narrador sobre los comportamientos o pensamientos de un personaje. E incluso se podrá hacer uso de la raya para señalar acotaciones del autor en textos gramáticos. En este caso, se usará signo de apertura y signo de cierre cuando la acotación se inserte durante el transcurso de un discurso, mientras que en caso de que la información se encuentre a final de una línea, como cierre, se usará una sola raya. Por ejemplo:
—Estoy feliz de volverte a ver —dijo Mariana, mientras le sonreía.
- Por último, otro uso que se le da a la raya tiene lugar en algunas listas bibliográficas, en donde se emplea para omitir o evitar repetir un mismo concepto, logrando así no recargar el texto con repeticiones innecesarias. Por ejemplo:
Los verbos transitivos
—intransitivos.
—regulares
—irregulares
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