Una de las características más propias de los gatos, es que la gran mayoría le tiene pavor al agua. Pero, ¿será por sucios?, o quizá, ¿porque tienen frío? O lo que es peor: ¿podrían morir si se mojan? Al igual que casi todo en los gatos es un misterio, su aversión por lavarse es parte del enigma. De todas maneras, los científicos no se cansan de buscar explicaciones y han hallado algunas interesantes. Presentamos: “la razón por la que los gatos le tienen miedo al agua”:
Sus orígenes desérticos
Es muy raro ver a un gato que disfrute del agua, aunque sí los hay. A la mayoría de mininos, con sólo un mínimo de agua ya se espantan, mucho más si se llegan a zambullir por completo. Esto sería una terrible tortura… pero no es por el agua en sí, sino al parecer, por una programación instintiva que se generó desde sus ancestros felinos.
Gran parte de las especies de gatos se originaron en las regiones de desiertos y zonas del Medio Oriente. A medida en que se fueron reproduciendo con el pasar de los milenios, se adentraron en nuevos hábitats como los bosques, donde el agua ya formaba parte del entorno natural, contrario al principio.
Entonces, según algunos científicos, esa sería la razón principal de por qué los pequeños felinos sienten exceso de desconfianza hacia el líquido vital. Al mismo tiempo resolvería el por qué algunos sí disfrutan de un baño, ya que sería en aquellos que no tienen tan marcada esa genética original.
Hay otras especies gatunas sin miedo al agua, como los siberianos o los Maine Coon. Son muy buenos a la hora de nadar. De hecho, todos los gatos tienen una buena habilidad nadadora, por eso ha prevalecido esta incógnita. Otro detalle curioso, es que se ha observado que por lo general a los gatos les encanta caminar cerca del agua, pero sin tocarla, como si de cierta manera les gustara, pero no mojarse. Algunos gatos se quedan totalmente maravillados viendo el chorro de un grifo, como un humano viendo televisión.
En un gran porcentaje, ninguno de los gatos se lanzaría por voluntad propia al agua. A pesar de que son excelentes cazadores y cuentan con una agilidad y unas garras estupendas, no pueden cazar peces. Y claro está, porque no pueden razonar que dentro del río, se hallan esos deliciosos animales que les encantan.
¿Se podrían acostumbrar al agua?
Efectivamente, se ha demostrado el poder de la costumbre. Sólo basta con amoldarlo con el tiempo, desde que es cachorro. Debe emplearse agua tibia y eso les encantará. Es importante que se bañe en un sitio tranquilo, lejos del bullicio y personas, para que no esté tenso. Es recomendable usar una pequeña tina de plástico y que el minino se vaya familiarizando con el mismo y con el líquido que lo impacta tanto. Llegará el día en que le sea lo más normal.
El temor a mojarse no sólo es de los felinos domésticos, sino también de los grandes y salvajes. Por ejemplo, los leones quedan estancados cuando se encuentran con un río, porque el miedo no les permite atravesarlo. Sin embargo, al igual hay excepciones, como los jaguares o tigres, para los cuales es toda una fiesta darse un chapuzón. Todo esto refleja la rareza y enorme variedad de la naturaleza.
En cuanto los gatos, los veterinarios suelen aconsejar que es mejor que la mascota se mantenga alejada del agua, puesto que podría causar resequedad en la piel del animal y perjudicar un proceso de producción de feromonas que le facilitan la comunicación con otros peludos. Uno de los animales más limpios que existen, son los gatos, pues con su misma lengua y saliva peculiares, tienen la capacidad de brindarse a sí mismos un aseo completo a su pelaje.
Otra de las razones principales del rechazo hacia el agua, se debe a que su aparato respiratorio es muy complejo, e instintivamente ellos saben bien que deben cuidarse para no enfermar. Si el gato ya es adulto, lo mejor será no forzarlo a tolerar el agua, porque en ese caso la tarea es mayúscula.
A casi ningún gato le gusta que lo mojen, por eso hasta se les educa rociándoles un poco con un atomizador, para que hagan sus necesidades en el arenal.
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