Comenzó con un cuento de niños

Originalmente, la muñeca fue fabricada por la empresa Raggedy Ann, quienes crearon y comercializaron la muñeca que fue creación de Johnny Gruelle, quien ilustró y diseñó una serie de cuentos infantiles que adquirieron mucho éxito en los años 20, en Estados Unidos. Se trataba de una muñeca de trapo con cabello rojo y nariz en forma de triángulo; la muñeca era comercializada con el libro en 1918 y la idea tuvo tanto éxito, que se realizó una serie animada contando las historias que se escribían en los libros. El producto se mantuvo vigente hasta 1970.

Ese mismo año, una estudiante de enfermería, llamada Donna, recibió una caja de regalo y en su interior había un ejemplar de la muñeca. Ella, junto con su compañera de habitación, decidieron dejarla encima de la cama como parte de la decoración; pero empezaron a ocurrir sucesos paranormales, como encontrar mensajes en la muñeca o en las prendas que tenía. Aparecía en lugares diferentes al que la dejaban y cosas de ese tipo. Ellas sospecharon que se trataba de alguna broma, pero los sucesos empeoraron y pidieron la ayuda de un espiritista para solucionar el problema, que ya les estaba trayendo serios incovenientes de salud física  y mental.

La espiritista les dijo que la muñeca había sido poseída por el espíritu de una niña llamada Annabelle Higgins, pero a pesar de esta información y de una serie de limpiezas que la médium hizo en el lugar, los acontecimientos no cesaron de ocurrir, tornándose cada vez más intensos y terroríficos. Tiempo después, lograron contactarse con un reconocido matrimonio formado por  Ed y Lorraine Warren, quienes desempañaban labores espiritistas y de mediunismo.

La posesión demoníaca

Ed y Lorraine Warren eran dos famosos  investigadores de actividad paranormal, quienes escribieron varios libros sobre la posesión de casas. Ed era demonólogo y Lorraine, una clarividente y médium y se encargaban de solucionar algunos problemas concernientes a la parapsicología. Cuando se enteraron de lo sucedido con la muñeca, la conclusión de ellos fue que no se trataba de una posesión, sino de un espíritu mucho más poderoso y maligno que quería poseer a Donna, quien le dio cabida en su vida.

La única solución para ese incomodo problema paranormal, fue poner a la muñeca en una urna especial con vidrio templado, en el museo de la familia Warren, en donde está exhibida al público  y no se ha abierto durante mucho tiempo, porque según ellos, también atraparon a la entidad que la poseía. Las películas de Hollywood están inspiradas en la historia, pero no tienen mucho que ver, porque en la cinta, la muñeca es de aspecto diferente y su comportamiento no se asocia en nada a la muñeca de la historia real, sino que es más violenta y comete actos horrendos.

Imagen: flickr.com