Sin duda alguna, uno de los gatos más famosos del siglo XX, es Garfield. Un gato con mucha suerte, que vive todo el día durmiendo, comiendo y lo que más disfruta es una deliciosa lasaña. Veamos su verdadera historia.
En honor al presidente James Garfield, de Estados Unidos
Primero nació como una historieta cómica, que obtuvo mucho éxito y luego se convirtió en una serie animada y hasta se han producidos filmes, con el tiempo. Su autor es Jim Davis, quien eligió el nombre en homenaje a su fallecido abuelo, “James Garfield Davis”, quien a su vez fue bautizado así por sus padres, quienes admiraban profundamente al expresidente de Estados Unidos: “James A. Garfield”.
El intrépido felino, fue conocido por primera vez en el mundo, el día 19 de junio del año 1978. El tema principal que manejaba, era la burla que hacia Garfield de los amos de todas las mascotas, demostrando que los verdaderos señores de la casa son los animales domésticos.
Lo que más caracteriza a Garfield, es un voraz apetito y su obsesión por la lasaña. Y esto, porque nació precisamente en la cocina de un negocio de comida italiana. Pesaba 2 kilos y era muy gordo cuando llegó a este mundo. Desde ese momento la comida fue su adicción y comía de todo: hamburguesas, pizza, hot dogs, galguerías y todo lo que pudiese, especialmente lasaña. Al ver que era un gato fuera de lo normal y muy comelón, el dueño lo dejó en una tienda de animales.
Por casualidad, Jon Bonachon, un soltero propietario de una bonita casa, pasaba por aquella tienda y le causó mucha curiosidad aquel gatico gordo, de rayas y de mirada interesante. Entonces lo compró y lo llevó a su hogar. Al poco tiempo, también llegó Odie, un perro con el que le era difícil congeniar por la diferencia de culturas y además, Garfield lo consideraba muy tonto. Entonces, como se aburría mucho en la casa y Odie no lo entendía, por un buen tiempo resultó formalizando una amistad con un peluche al que llamó Pooky.
Un humano en un cuerpo de gato
Garfield se amañó finalmente con Jon, al pasar largas horas a su lado, viendo televisión y escuchándolo hablar. Llegó incluso a convertirse en un humano en cuerpo de gato, pues adquirió los mismos hábitos que su amo: tomar café, caminar en dos patas y ver seriados televisivos hasta muy tarde en la noche.
Pudiera dar la impresión, que Garfield copió todos los vicios y mañas de Jon, aunque con la gula sin fondo con la que ya venía. Además, cuenta con una actitud cínica de enfrentar la existencia y para él, muchos factores negativos se convirtieron en hobbies para deleitarse. Pero de todas maneras, sus ocurrencias y aventuras atraparon la atención de miles y miles de espectadores, en varias generaciones.
A Garfield le encanta que llegue la temporada navideña y aparte de la comida, lo que más disfruta es dormir plácidamente. Odia rotundamente cualquier dieta y la energía de los lunes, porque piensa que son de mala suerte y las cosas no le salen bien.
Imagen: flickr.com