Con todos los fenómenos paranormales y sucesos inexplicables que se han podido captar siempre, pero ahora más por el favor de la tecnología, se llega a la conclusión de que “nunca estamos solos”. La idea de que vivimos solos en el planeta, ahora se tacha como un concepto medieval, como cuando se pensaba que la Tierra era plana. Decenas y decenas de objetos voladores no identificados han sido captados por cámaras a lo largo de todos estos años; círculos y enormes figuras geométricas con tinte esotérico aparecen de la nada grabados en distintos lugares del mundo. Todo da a pensar que un diminuto planeta azul donde vivimos, entre miles de trillones de moles planetarias, no es el único que alberga vida. Sin embargo, han surgido diversas teorías sobre el origen, naturaleza e intenciones de los visitantes del espacio; una de ellas es la de los hombres lagarto siderales que nos invadieron. Presentamos: “La verdadera historia de los reptilianos”:
Desde que comenzó todo el auge de la nueva era y sobre todo, con el desarrollo de las telecomunicaciones, surgió esta teoría de conspiración, que acusa a distintas personalidades reconocidas nacional y mundialmente, de ser seres reptiloides con un disfraz holográfico de humano. Se alimentarían de bebés y la energía humana y se han tejido toda una serie de leyendas al respecto. La teoría se basa en la coincidente presencia del culto a la serpiente, en las distintas épocas y culturas de la Tierra.
“Reptilianos en América”
Es impresionante la cantidad de culturas americanas ancestrales que adoraban de cierta forma a la serpiente. Las más representativas fueron las del culto a Quetzalcoatl, que al español traduce: “la serpiente emplumada”. En Perú, Ecuador, Bolivia y Colombia, las tribus casi en su totalidad consideran este animal como sagrado, especialmente en las regiones amazónicas.
“Reptilianos en Europa”
Si miramos la mitología griega, nos encontramos con Cérope, el primer rey de Atenas, quien narran los relatos, era mitad hombre y mitad serpiente. En varias obras de arte y de Filosofía, es clara la adoración serpentina. Los druidas también están llenos de dicha simbología.
“Reptilianos en oriente”
Ni qué decir de la cultura egipcia, que de principio a fin tuvieron a la serpiente como eje, como en las imágenes de Sobek. Casi siempre el Faraón lleva una cobra real en su entrecejo. Por si la coincidencia fuese poca, en el budismo pasa exactamente igual, pues la historia cuenta cómo una enorme serpiente protegía de la lluvia y el ambiente a Budha mientras meditaba. O la serpiente sagrada Kundalini Shakti de los indostaníes y la cultura hinduista, o los dragones de la mitología china. Entre muchas otras facetas antropológicas del Asia.
“Reptilianos en el cristianismo”
Ni si quiera la doctrina cristiana se ha escapado. La Biblia está llena de enseñanzas y relatos sobre aquel reptil, y dice que hay dos serpientes: la blanca, en la que Moisés convirtió su báculo y se comió las serpientes de los magos negros de Egipto. Tambien, Jesucristo enseñó: “Sed mansos como las palomas y sabios como las serpientes”. O remontándonos al principio de la creación desde esta perspectiva, fue una serpiente la que tentó a Adán y Eva a comer del fruto prohibido. En muchos otros parajes bíblicos encontramos la relación con los reptiles.
En consecuencia, al hallar tantos parecidos en las culturas en la cuestión de las serpientes, se propulsó la idea de que desde hace milenios estamos sometidos a los reptilianos, descritos por sus mayores ponentes como originarios del Cinturón de Orión. Algunos de los defensores más reconocidos de esta teoría son Zecharia Sitchin, David Icke, David Parcerisa, Emil Strainu, entre otros, muchos de los cuales son youtubers, actores y políticos.
Un general de Rumania llamado Emil Strainu, dice estar plenamente convencido de que entre nosotros habita una raza de extraterrestres denominada “reptilianos”, que miden más de 3 metros, tienen horribles escamas y viven en unas enormes bases subterráneas. Strainu dijo públicamente: “Sólo una cosa es segura: vivimos en un mundo que sólo nosotros pensamos que conocemos, teniendo una falsa impresión de que nosotros somos sus amos. De hecho, sólo somos subarrendatarios en tránsito, en un planeta que nunca nos perteneció y no teniendo idea de cuál es realmente nuestro propósito…”
Pero algunas corrientes que estudian el universo, la ufología y los misterios, han señalado a las teorías de reptilianos como mera desinformación, para desviar a aquellos buscadores de la verdad. El esoterista y antropólogo Larry Browe afirma que la idea de vender verdades a medias, es la mejor forma de desinformar a las masas, muy practicado por los Protocolos de Sión y acusa al escritor de origen judío Zecharia Sitchin, de pertenecer a la élite judeo masónica, a la que sirven famosos youtubers, periodistas y hasta científicos pagados con dichos fines. “Es verdad que todas las culturas antiguas son serpentinas, pero hay que aclarar que la serpiente es tanto un símbolo de lo blanco y de lo negro, de Dios y su contraparte, debido a la energía sexual que sube por la columna vertebral de los seres humanos o baja por una cola astral que se desprende desde el cóxis en forma de un dragón tenebroso. Lo que quieren es desviar a la gente de estos saberes”, denuncia Larry Browe.
Verdad o no, lo cierto es que cada vez más surgen a la luz pública, pruebas de que nos visitan seres provenientes del espacio infinito y poco a poco deja de ser ficción, a una realidad observada día a día en numerosas partes de la Tierra.
Imágenes: wikipedia.org (all)