Una buena parte de la población del mundo, especialmente los occidentales, acostumbramos a tener una dieta no basada en la inteligencia de la salud, sino en lo delicioso y placentero de los distintos sabores y texturas, que estimulan de sobremanera al paladar.
Pero a raíz de ello, se deriva una serie de problemas, como que generalmente luego de disfrutar, toque salir corriendo en busca de un baño, para no pasar un momento bochornoso, oloroso y quizá sonoro. Por eso, hemos recopilado algunas de las combinaciones más dañinas en la comida, que comúnmente hacemos por no saber y hasta por tradición:
Salado más dulce
Es una de las más frecuentes, pero desastrosas, puesto que genera náuseas, gases e inflamación del abdomen, a causa de los fermentos que se forman en el estómago. Según los expertos, la putrefacción y la fermentación que se generan por estas mezclas, alteran negativamente a los nutrientes, puesto que los mismos se atrofian por la incapacidad de ingresar a las células del organismo.
Grasa más azúcar
Los diversos estudios científicos han evidenciado que el cuerpo suele procesar primero la grasa y mucho tiempo después, el azúcar. Dicha combinación da como resultado toxinas peligrosas para la salud, que se van acumulando. Por ejemplo: toda clase de pasteles.
Almidones y alimentos ricos en proteínas
Eso es prácticamente como renunciar a ir al baño y darle la bienvenida a un terrible estreñimiento. Comer alimentos que contengan estas dos propiedades, es algo muy pesado para el metabolismo, pues los almidones se fermentan y las proteínas se degradan lentamente dentro de los intestinos, dando una sensación de ir al baño, pero al final no se puede y se va inflando el abdomen.
Un ejemplo de esta pésima mezcla, es comer carne de res con papas fritas, algo común y delicioso en occidente, pero poco inteligente.
Frutas combinadas con cualquier otra cosa
Las frutas resultan maravillosas para una buena salud, pero sabiamente consumidas, pues si se llegan a mezclar con algún otro alimento o comestible, suelen provocar cuadros de indigestión e inflamación abdominal. La peor de estas mezclas es el azúcar con frutas, como por ejemplo una deliciosa tarta de frutas, un buen jugo o ni qué decir de la leche con el banano.
Almidones con azúcar
De los alimentos más complicados de digerir son los almidones y el problema es que al mezclarlos con algo que contenga azúcar, el proceso digestivo no pasará a procesar el dulce, hasta que haya terminado con esos sólidos pesados. Pero en esa espera, los azúcares van formando fermentos gaseosos en los intestinos, causando las flatulencias. Un simple ejemplo, es agregar salsa de tomate a las papas.
Leche con cualquier otra cosa
Si no se quiere tener un estómago abultado, lo primordial es abandonar todo consumo de lácteos, pero mucho más, si se combinan con algún otro alimento, bien sea en ese instante o al poco tiempo de haber bebido leche.
Proteína más proteína es igual a somnolencia pesada
Aparte de los almidones, otros de los alimentos que más demoran en ser procesados por el organismo, son las proteínas. Así que si se come por ejemplo, carne con leche y huevos, lo más seguro es quedar muy exhausto por el terrible esfuerzo del metabolismo al realizar la digestión. Así que esos suculentos asados mixtos, aunque un sueño para el paladar, son una pesadilla para el estómago.
Pizza con licor
Es algo que daña la flora intestinal mucho más de lo que se pueda pensar, resaltan los médicos. Y es que mucha gente mientras bebe alcohol, ingiere pizza por las ganas de comer algo y pensando también en minimizar los daños de la bebida. De hecho, el sabor de la combinación de un buen vino o una cerveza con una pizza, es algo muy atractivo, pero a su vez, perjudicial porque produce gastritis.
Los galenos explican que esto se debe a la mezcla del licor, con la acidez producida por los tomates, formando una sustancia muy corrosiva. Pero no bastando, el gluten va a ocasionar hinchazón.
Sobredosis de agua junto con comida
Esta combinación tiene como resultado una ralentización considerable de la digestión. Las investigaciones médicas concluyen que el agua engaña al estómago y le produce una sensación de saciedad y puede llegar a ser extrema y desagradable, como una llenura molesta.
Carbohidratos y proteínas
Es algo que hace padecer mucho al sistema digestivo. Los intestinos no lo agradecen en absoluto, sino que al contrario, se obstruyen y luego ir al baño, es todo un esfuerzo infernal, pues el cuerpo quiere evacuar sus desechos, pero no puede. Esto es lo que ocurre por ejemplo, al comer pollo con panqueques.