La edad media fue una época de la historia que se caracterizó por abandonar las viejas costumbres para implementar una nuevas. Comenzó desde la caída del imperio romano y se extendió hasta el siglo XV. En aquel entonces, las gentes tenían ciertas formas de vivir, que a las actuales les pueden producir asco. Ahora veamos: las costumbres más asquerosas de la edad media.
Arrojar las necesidades fisiológicas por la ventana
Era una práctica muy común que se presentaba en la mayoría de poblaciones europeas. Los residentes de las casas defecaban y orinaban en una especie de balde, para luego arrojar su contenido a la calle. Se cree que mientras lo hacían, gritaban una señal de alerta para que los transeúntes no fueran untados de su excremento.
Orina como exfoliante
Este tipo de cuidados eran una práctica exclusiva de la nobleza; los reyes y aristócratas de la época se realizaban una exfoliación facial con su propia orina. Se cree que entre más caliente estuviera el líquido, más beneficios aportaba a la salud de la piel.
Se limpiaban con la mano
En la edad media, las manos eran el objeto más preciado y útil que podía existir. Algunas personas se limpiaban con la mano, luego de defecar. Otras más sofisticadas, usaban papel periódico y para nadie era un secreto este tipo de hábitos.
Comían con la mano
En la edad media no existían los cubiertos y las personas debían comer con la mano. Lo malo de esta práctica radica en que no había la cultura de lavarse las manos y por este motivo, las enfermedades infecciosas abundaban. Tampoco se lavaban los platos, ni las ollas en la cocina.
Pelucas de piojos
En esa época, más allá de ser una moda o una forma de estar a la altura, estos objetos eran usados para disimular la suciedad del cabello y para evitar que los piojos incomodaran a las demás personas. Se cree que más del 60% de la población tenía piojos. Se la colocaban especialmente a la hora de la comida, para evitar que los bichos cayeran en la sopa.
Letrinas apestosas
Era muy raro que algún recinto tuviera baño público, pero lo más seguro era que muy cerca hubiera una letrina hecha muy artesanalmente, en medio de la ciudad, en donde los ciudadanos iban a saciar sus necesidades. Lo único que había que hacer luego de defecar, era echarle un poco de hierba o tierra y ¡listo! Cuando los olores eran muy insoportables, se sellaba por completo y se abría otra nueva muy cerca de allí.
Odiaban bañarse
Más del 80% de los habitantes de las grandes ciudades en la edad media, pasaban meses sin darse una ducha, o por lo menos echarse agua en su cuerpo. Se creía que el baño era una actividad indeseada por Dios y el cristianismo fomentó la costumbre de hacerlo sólo 5 veces en un año. Por supuesto, esto fue un foco importante de enfermedades mortales.
Caminos de excrementos
En esa época no había asfalto, las calles tampoco estaban hechas en piedra, sino que los caminos estaban adecuados con excrementos, que recogían de los animales que pasaran por la carretera y los que los pobladores del lugar recogían de sus establos. Acumulaban mucha materia fecal, incluyendo la de humanos, como pavimento para sus vías.
Dientes podridos
La higiene bucal no era uno de sus fuertes. Muy rara vez se limpiaban los dientes y algunas personas mascaban romero para desinfectar la boca, pero lo que más abundaban en esa época eran los cirujanos, que iban de pueblo en pueblo arrancado la muelas podridas que causaban tanta molestia.
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