Momias
En Guanajuato (México) se hicieron a mediados del siglo XIX varias exhumaciones en el panteón de Santa Paula, donde se encontraron varios despojos que habían sido perfectamente momificados. En muchos cementerios de la tierra de los aztecas se requiere el pago por sepultura: cuando una tumba es abandonada, se requiere la exhumación para que pueda ser usada por otro difunto.
Fue así que en 1833, cuando la ciudad fue azotada por la cólera y los camposantos estaban a punto de rebosar, los entes administrativos ordenaron la exhumación de los difuntos que ya no tenían doliente para poder enterrar a los muertos recientes. Así fue como descubrieron un conjunto de 100 cadáveres conservados naturalmente gracias a las propiedades del suelo donde las hallaron y que posteriormente serían trasladadas a otro sitio que actualmente se conoce como el Museo de las Momias de Guanajuato.
Al principio las momias eran expuestas en una caverna de manera clandestina, pero más adelante se construyó el museo, donde miles de visitantes van a conocerlas. No obstante, el ser un lugar turístico no la libra de tener su lado paranormal.
Apariciones
Cuenta una visitante de avanzada edad que estaba recorriendo el museo, muy entretenida y observando todo lo que la rodeaba, que en un momento dado se dio cuenta que se había separado del grupo con el que había entrado. Preocupada, siguió caminando pese a sentirse totalmente sola, hasta que en un instante sintió un escalofrío, esa advertencia de que algo o alguien te está vigilando.
Asustada, la mujer aceleró el paso en busca de la salida pero de pronto notó como algo la sujetaba por la espalda. Ya angustiada y estresada la mujer sufrió una parada cardiaca. Cuando los vigilantes la encontraron, se llevaron una gran sorpresa: la mujer estaba tirada en el piso y al lado de ella se encontraba una de las momias. Le dieron santa sepultura a la pobre mujer, y a los 5 años como exhumaron el cadáver, se dieron cuenta que aquella anciana se había convertido en una perfecta momia.
Por otro lado, los guardas de seguridad del museo se rehúsan a mirar los monitores porque ellos afirman que hay movimientos extraños por la noche. Uno de los trabajadores cuenta que un día vio en uno de los monitores como un niño andaba vagando por uno de los pasillos, el vigilante decidió buscarlo porque pensaba que tal vez el infante se había perdido.
Cuando el guarda ingresó a una de las alas de exposición, notó que uno de los especímenes no estaba, pero cuál fue su gran impacto cuando se dio cuenta que por el pasillo venía caminando la momia faltante. Esta de más decir que ese trabajador huyó del museo y jamás volvió a trabajar en el lugar.
Una de las cosas que más llama la atención sobre las momias, son sus rostros, en los que se ve grabado perfectamente la desesperación y el dolor. Una de las historias detrás de los rostros congelados es la de una mujer que fue enterrada viva: la señora sufría de catalepsia y la familia desconocía que ella padecía ese mal.
Otra historia que explica el porqué de los rostros de las momias: por las zonas de Guanajuato se extendió una peste que provocaba en los enfermos parálisis (como si estuvieran muertos), así que para evitar la propagación muchos de los supuestos muertos fueron enterrados vivos, he ahí la razón de porque sus rostros parecen que estuvieran sufriendo el terror más grande.
Un punto en común que sienten muchos de los visitantes es que la energía sobrenatural abunda en el lugar. Tal vez son las almas atrapadas en aquellos cuerpos disecados, pidiendo a gritos a todos los que entran al museo por un poco de libertad.
Fuentes:
- https://www.ancient-origins.es/noticias-general-lugares-antiguos-americas/la-historia-asombroso-macabro-museo-las-momias-guanajuato-003499
Imágenes: 1: goapp.mx, 2: mexicodesconocido.com.mx