Siempre habíamos pensado que sólo las huellas dactilares, eran la parte del cuerpo que permitía identificar a cada individuo, ya que son distintas en cada cual. Pero la ciencia ha encontrado otros estándares en los seres humanos, que permiten la misma acción de identificación y que jamás se nos había ocurrido. Por eso, a continuación traemos: “las partes del cuerpo que son tan únicas como las huellas dactilares”:
Las complejas formas de las orejas
Se ha descubierto que la oreja de una persona fácilmente puede identificarla de entre el resto de humanidad, gracias a que los bultos, bordes y forma de la oreja son tan irrepetibles y únicos como las huellas dactilares.
Distintos estudios se han efectuado al respecto, de los cuales se resaltan los de la Universidad de Southampton, donde se llegó a la conclusión de que se puede estar un 99,6% seguro de la identidad de un ciudadano, gracias al análisis de los patrones de sus orejas, la misma exactitud de las huellas de los dedos de las manos.
Debido al efecto de la ley de la gravedad, con los años esta parte del cuerpo se agranda un poco y se decae, pero esos efectos del envejecimiento son fácilmente medibles y no obstaculizan el proceso de identificación. Tan sólo se deforman 1,22 milímetros por año.
La boca lo dice todo
En realidad, la originalidad de una persona puede hallarse en el diseño, bordes y bultos de la lengua. Ninguna se parece a otra. Las zonas abultadas contienen más de 10 mil papilas gustativas, mismas que a su vez están estructuradas con unos diminutos cabellos denominados macrovilli, cuya función es captar si hay un sabor amargo, ácido, salado o dulce en los alimentos, información que es conducida al cerebro.
La voz
También se ha descubierto con precisión, que la voz de un individuo, posee rasgos únicos que permiten identificar a alguien. Algunos de esos detalles son la frecuencia y el nivel de intensidad de la calidad vocal y la forma en que se habla. Pero para una alta precisión y seguridad, se requiere un computador para hallar las características diferenciales, especialmente teniendo en cuenta la tremenda habilidad de algunas personas de imitar las voces de otros.
El ADN es la mejor forma de identidad
Son las siglas del ácido desoxirribonucleico, que es la fórmula genética que programa las células del organismo, cómo comportarse e incorporarse en el individuo, de una manera única e irrepetible. El ADN es un complejo código que la ciencia ha catalogado como genes y que dictan los rasgos del cuerpo, como la tonalidad del cabello, de la piel, los ojos, órganos, etc.
Son cerca de dos decenas de millares de genes que cada ser humano porta en su interior, que se formaron desde aproximadamente 3 mil millones de bases, razón por la que se facilita distinguir el ADN de una persona a otra.
Identificación ocular
Gracias a que los patrones del iris varían de un ser humano a otro, ahora los ojos se utilizan como método para identificar a alguien. Dentro del iris de un ojo se hallan patrones diminutos y de muy diferentes texturas que no son iguales al del otro ojo. El profesor Serenity Savvides, oculista especializado, afirma que:
“También hemos demostrado el captar el iris de una persona en un vehículo que se encuentra detenido para representar el escenario donde un oficial de la policía podría identificar quién es el conductor antes de acercarse. El reconocimiento del iris y en particular el reconocimiento del iris de rango amplio también puede ayudar a identificar a las víctimas de la trata de personas o el secuestro y alertar a las autoridades”.
La manera de caminar
Desde antes del nuevo milenio, la ciencia había empleado toda clase de sensores y luces en las rodillas, tobillos y caderas de algunos individuos en experimentos cuyo objetivo era determinar si el modo de andar es tan único en cada persona. Kevin Bowyer, profesor de biométrica de la Universidad de Notre Dame, participante de los estudios, aseveró:
“Hoy en día, las computadoras pueden identificar a una persona en la abarrotada cuadra de una ciudad por la forma en la que caminan. Eliminamos todas las variables que pudimos para probar la hipótesis, y es por esto que usamos una pantalla verde.
Todo lo que teníamos era una persona que caminaba en una serie de imágenes. Nos fijamos en el movimiento del cuerpo y en las partes del cuerpo, y luego las medimos con una computadora a fin de obtener un conjunto de números. Y siempre y cuando obtengamos el mismo conjunto de números para cada persona, podemos lograr el reconocimiento”.
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