En todo el mundo existen miles de culturas y cada una, tiene sus propias costumbres que ante los ojos de extranjeros, pueden parecer muy descabelladas, pero que para quienes las practican, puede ser muy normales y les atribuyen un valor sentimental y emocional bastante amplio.
Los romanos y los difuntos
Los romanos alimentaban a los muertos con tubos que introducían dentro del cuerpo de los difuntos, cuando éstos ya reposaban en las tumbas; y a través de ese tubo, le suministraban vino, miel y frutos secos.
El parto en China
En el país oriental de China, una extraña costumbre aún se maniene y es que el esposo cargue a su cónyuge en estado de embarazo, al mismo tiempo que atraviesa un camino cuyo suelo son carbones hirviendo. Todo esto con el fin de dar buen augurio al proceso del parto.
Extraños funerales en Nueva Guinea
Pero una rara tradición sorprende aún mucho más, en Nueva Guinea, donde cuando un individuo muere, un sacerdote debe ir a la casa enlutada del difunto, para cortar un dedo de algún integrante.
Se liman los dientes para parecer más hermosas
Una costumbre arraigada en la tribu denominada “Mentawai”, ubicada en Indonesia, consiste en que se debe obligar a las mujeres a realizar actividades muy dolorosas, como por ejemplo limarse los dientes para figurar más sensual. Obviamente, esa sensualidad sólo atrae a los miembros de esa cultura.
Se comen los muertos por tradición
Una tribu amazónica que habita las selvas del Brasil y de Venezuela, creen que un muerto no se puede enterrar ni dejar absolutamente nada de él. Para tal efecto, todos los familiares deben comerse sus cenizas y no dejar ni el recuerdo.
Supuestamente, para comprobar si la mamá del niño siente verdadero amor, en la India realizan una prueba muy particular. Lanzan desde el techo a unos 15 metros aproximadamente, de algún templo, a un bebé quien en la mayoría de las veces, es rescatado por su madre al momento de caer.
Una Semana Santa muy peculiar se vive en la República Checa, en la cual los varones deben darle una palmada en los glúteos a las mujeres. Para ellos, se trata de un ritual de fertilidad.
Y cerramos con los cuellos de jirafa de la tribu Karen, localizada en Tailandia. Allí las mujeres se estiran el cuello lo más alargadamente posible, con unos anillos que les ponen sus jerarcas y según ellos, para hacerlas muy atractivas a los hombres.
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