Japón, la tierra de las leyendas
Es complicado enumerar las veces que en estas páginas nos hemos referido a las leyendas japonesas, muchas de las cuales no tienen equivalentes en ningún lugar del mundo. Incluso en la actualidad, el país nipón está lleno de mitos, tanto los inocentes como algunos que son bastante oscuros.
Durante la Guerra del Pacífico, los militares de los Estados Unidos entraron en contacto con muchas de estas leyendas, y en ocasiones terminaron por confirmar que no todo es lo que parece en la tierra del sol naciente. Uno de los casos más interesantes es el de los Kijimuna.
Los niños del bosque
De acuerdo con la mitología japonesa, los Kijimuna son espíritus del bosque, que habitan en los árboles (principalmente las higueras de Bengala) de la isla de Okinawa. Suelen tomar la forma de niños pequeños, pelirrojos, con un cierto aire “simiesco” y un vello (también rojizo) que cubre todo su cuerpo. Según quienes los han visto, sus cabezas son desproporcionadamente grandes para su cuerpo.
Los Kijimuna son excelentes pescadores, pero solo comen uno de los ojos de cada pez que capturan, abandonando el resto. En algunas zonas de Okinawa, de acuerdo con los habitantes, es común encontrar peces a los que les falta un ojo.
Estos peculiares habitantes de la isla son un tanto traviesos, y disfrutan molestando a los seres humanos, principalmente a quienes no están conscientes de su presencia. Una de las bromas más comunes consiste en sentarse sobre el pecho de la persona mientras duerme, impidiéndole respirar.
Sin embargo, muchos relatos hablan de amistades profundas entre Kijimuna y personas capaces de comprender su aprecio por los bosques donde viven. Es más, en ocasiones estas criaturas se ofrecerán de manera voluntaria a cargar a las personas, aunque si huelen un gas emitido por el individuo que llevan a espaldas lo arrojarán sin importar el lugar en el que se encuentren.
Los Kijimuna durante la guerra
Lo más interesante de la leyenda es que, durante la Guerra del Pacífico, numerosos soldados norteamericanos reportaron el avistamiento de misteriosas criaturas semejantes a niños con vello rojizo. Aunque los componentes más “sobrenaturales” de la leyenda (como las bromas, o el hecho de ofrecerse a cargar a una persona) no fueron relatados por los soldados, lo cierto es que si aparecen en los archivos de los Estados Unidos informes con respecto a criaturas idénticas a la leyenda nipona.
De acuerdo con los norteamericanos, las criaturas eran extremadamente tímidas y huían apenas notaban que estaban siendo observadas. Podían moverse con habilidad en el suelo, pero también escalaban los árboles con agilidad para perderse entre el follaje. Sin embargo, sus hábitos hicieron casi imposible que los soldados lograran detallarlas.
Por supuesto, lo más importante de la historia es que los soldados que arribaron a la isla no conocían la leyenda de los Kijimuna y por lo tanto hablaban desde un punto de vista objetivo. Las criaturas que vieron no eran kijimuna (para ellos), eran sencillamente un habitante particular de la isla de Okinawa.
Si bien algunos consideran que podría tratarse de una especie de primate (principalmente el orangután), lo cierto es que dicho primate no habita la isla y ni siquiera islas cercanas. Otros hablan de un primate desconocido, pero esto también resulta poco probable pues Okinawa es una isla muy intervenida por los seres humanos y un primate de este tamaño ya habría sido descubierto. Pareciera, entonces, que se trata o bien de una especie particularmente hábil para cubrir sus rastros o bien de verdaderos espíritus del bosque, que aparecen tanto frente a conocidos como frente a desconocidos.
Fuente de imágenes: 1: matthewmeyer.net, 2: t00.deviantart.net