Para aquellos quienes se han cuestionado alguna vez, sobre la utilidad o el porqué del ombligo, traemos las curiosidades de lo que esconde esta parte singular del cuerpo humano.
Es la primera cicatriz
Su formación se debe al corte del cordón umbilical que conecta a la madre con el bebé. En el momento de cortarse, sobra un trozo del cordón que queda en el abdomen del recién nacido. Al poco tiempo se cae y finalmente, se da forma a lo que llamamos ombligo.
Piercings en el ombligo
Los piercings en esa parte del cuerpo, pueden llegar a causar heridas que tienden a sanar después de 6 meses, con un alto riesgo de que se infecten y causen serios problemas. Pero ya insertado, también se debe tener mucho cuidado del aseo del mismo, porque las infecciones suelen ser otro gran problema.
No todos los mamíferos tienen ombligo
El proceso de gestación en los animales mamíferos, también es como el de los humanos. Sólo que a diferencia de nosotros, el cordón umbilical por donde se alimentan antes de nacer, a muchos de ellos no les queda un orificio, sino una diminuta cicatriz, casi imperceptible.
Miles de bacterias
Por lo general, un ombligo suele tener 67 clases de bacterias, según varios estudios realizados por investigadores biólogos de distintas universidades del mundo. Pero en realidad, aseguran que existen muchísimas más, pero esas son las únicas que han logrado identificar.
“La gente de ombligo salido es especial”
Eso dicen popularmente, pues tener un ombligo salido es un caso excepcional. Las estadísticas muestran que sólo el 4% de los habitantes del planeta llegan a tener uno así.
Colección de pelusas de ombligos
Aunque para algunos asqueroso, para los Guinness Record fue toda una novedad. Se premió a la persona que logró reunir “la colección más grande de pelusas de ombligo”. Su nombre es Graham Barker. Llenó tres botellas enteras de estos mugresillos, desde 1984 hasta el año 2000.
Meditar mirando al ombligo
Dicen que es toda una meditación quedarse mirndo fijamente a la región umbilical, o también denominado por algunos, como el plexo solar. Según muchos estudiosos, allí se concentran grandes cantidades de energía, especialmente porque allí se sienten todas las emociones. Los monjes de Grecia, practicantes del cristianismo, que viven en el Monte Athos, meditan de esta manera y le llaman a la técnica: Hesicasmo.
La perfección en el ombligo
Algunas personas quisieran tener el ombligo perfecto. Por ejemplo, en la Edad Media, a los bebés que recién nacían les colocaban una bola de plomo, en la cicatriz resultante del cordón umbilical. Creían que se veía profundo y estético.
Mirarse al ombligo tiene nombre
Los científicos lo llaman “Omphaloskepsis”. Una rara atracción que algunos seres humanos sienten hacia su ombligo, quedándose totalmente absortos en el mismo por largos periodos de tiempo.
Quesos de ombligos y algo más
Una bióloga llamada Christina Agapakis, ha podido obtener 11 variedades de quesos, hechos con las bacterias que se hallan en los pies, ombligo, boca y axilas de las personas.
Imagen: bbc.com