Desaparece de sus pensamientos

Todos los días, una mujer enamorada vive en un sueño lleno de ilusiones con su pareja, con pensamientos comúnmente enfocados a él. Pero cuando percibe que ya no figuran esas mismas ilusiones, ha perdido la importancia en su vida y deja de pertenecer a sus planes, es cuando descubre que su hombre ya no vive en su imaginación.

Los días pasan como cualquier otro

Al llegar la luz de la mañana, ellas suelen mirar a su enamorado tiernamente mientras éste duerme, o en caso de que no vivan juntos, por lo menos ansía ver ese primer mensaje de buenos días. Pero cuando despierta por varios días o  semanas con una actitud pasiva en cuanto la relación y enfocada en los asuntos meramente del diario, es un síntoma de que está dejando de amar a su pareja.

No le echa de menos

Al principio persistían los intensos deseos de permanecer junto a él la mayor parte del tiempo que fuera posible. Se ansiaba por ejemplo, pasar mucho tiempo acostados en el sofá, compartiendo el almuerzo y otras actividades pero cuando eso pasa, cuando ya ni si quiera percibe su ausencia, el hombre casi que ha salido del corazón de la mujer. Incluso ella empieza a desear la soledad.

Se aburre mientras come

Uno de los planes predilectos de los enamorados, es salir a cenar, bien sea a un establecimiento o cocinar juntos. Pero lo que era antes una aventura, en el caso de que se le esté saliendo del corazón, la mujer siente desencanto e incomodidad y esos detalles durante la comida, son indicadores del estado de la relación.

Vive despreocupada

Ya no le interesa su hora de llegada, ni ver los mensajes o su última hora de conexión. Una etapa de alejamiento donde ella comienza a llevar su vida muy individualmente, al punto de no importar lo que él haga. Ahora  sólo piensa en sí misma en una completa indiferencia. En ese estado, el amor brilla por su ausencia.

Despedidas sin sentimiento

Cuando una pareja se ama intensamente, resulta un martirio para los dos el hecho de tener que separarse por unas horas o un tiempo, como colgar el teléfono o irse cada uno para su casa. Cuando se ha perdido esa magia de ella hacia él, comienza a ver esos días o tiempo de distancia como un respiro. De llegar a ese nivel, la relación está prácticamente acabada.

La felicidad no está a su lado

Finalmente, una señal inequívoca de que la mujer ha dejado de amar al hombre, es cuando sus sonrisas más sinceras y esporádicas surgen cuando él se halla ausente. Entonces la vida de ella parece inclinarse en una dirección distinta a la su pareja. En esos momentos, disfruta mucho estando sola o en circunstancias donde él ahora no figura y eso no le entristece par nada.

Imagen: pixabay.com