El ingeniero en ciencias Andrew Cote, nos ha explicado las consecuencias. Para comenzar, no podríamos pensar en cómo se tornarían nuestras vidas ante una situación semejante, sino más bien en cómo serían nuestras muertes, puesto que, si hay algo vital para la existencia, es el O2.

Sólo bastarían 5 simples segundos sin este preciado gas, que en un 20% en su conjunto con el nitrógeno en un 78%, dióxido de carbono en 0,03%, agua en un 0,97% y gases nobles en un 1%, forman el aire que respiramos. Sin estos gases, no podríamos sobrevivir, pero sólo quitándole el oxígeno, el aire ya no nos serviría.

Los denominados “gases nobles”, incluyen el criptón, neón, argón y helio. Pero lo dicho: ninguno es tan fundamental como el oxígeno, ya que dentro del organismo desempeña muchas funciones vitales, al igual que el CO2 que finalmente se produce por el procesamiento del oxígeno en los pulmones y se libera con la respiración. Esa combinación gaseosa no tiene ni color, ni sabor.

Desde el momento de nacer, nuestra respiración se mecaniza y no hacemos más que ello todo el tiempo: inhalar y exhalar para seguir con vida cada instante. Por tal motivo, las alarmas mundiales están prendidas por la grave contaminación y daño en la atmósfera terrestre y han trascurrido varios años de advertir a la gente que es necesario cuidar el aire, pero aún no se toma la suficiente conciencia.

Habría una explosión de todas las células vivas

Las de todos los organismos vivos sobre la faz de la Tierra, estallarían y se convertirían en una espesa nube de gas de hidrógeno, pues el hidrógeno que contienen se liberaría. Hay que tener en cuenta que el agua está compuesta por 88% de oxígeno, si se le quita este componente, el hidrogeno se transforma en gaseoso y su volumen se reproduce inevitablemente.

El cielo se vería más oscuro

Durante el día ya no se vería ese tono azul claro en el firmamento, sino un azul bien oscuro, como consecuencia de que sin oxígeno, la atmósfera se queda con menos cantidad de partículas que se encargan de expandir la luz azul.

Graves quemaduras de piel

La gente que en ese momento estuviese en las playas, o simplemente en las calles, las quemaduras que sufrirían en sus cuerpos serían extremas. La razón: el ozono es en sí, oxígeno molecular, cuyo objetivo es detener los rayos ultravioletas. Pero al eliminarse, todo ardería infernalmente.

Los motores de combustión interna dejarían de servir

Estos motores funcionan a base de oxígeno, lo cual implicaría que todas las aeronaves quedarían suspendidas sólo de las alas, pues las turbinas se apagarían y los que vayan despegando, se estrellarían sin poder hacer nada.

La corteza terrestre se haría trizas

Los terremotos serían espantosos, sencillamente porque la corteza del planeta está constituída casi por un 50% de oxígeno.

Los oídos internos humanos volarían en mil pedazos

Se perdería el 21% de la presión atmosférica y los tímpanos de la gente no resistirían y explotarían. Sucede lo mismo que con las células, por acción del hidrógeno.

Las partes metálicas se soldarían entre ellas

Sucedería en aquellas sin tratar. La causa de este fenómeno es porque el impedimento para que los metales se fusionen, es precisamente por una capa de oxidación.

Los mares se evaporarían

En un santiamén, esa enorme cantidad de agua de todos los océanos juntos, ascendería en forma gaseosa al espacio, pues una tercera parte de los mares, está hecha de oxígeno.

Edificios y construcciones se desmoronarían

El estado de rigidez del concreto se debe gran parte a la acción de oxígeno. Si éste desaparece, no quedaría piedra sobre piedra.

Los principales alimentos para la existencia de un ser humano son: el aire, la comida y las impresiones sensitivas.

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