Las investigaciones son sorprendentes; han demostrado que los peludos no sólo intentarán ofrecer un apoyo a su amo cuando lo noten decaído emocionalmente, sino que además estarán dispuestos a enfrentarse  a varios obstáculos y vencerlos para lograrlo.

Uno de los estudios más sobresalientes se publicó en la revista Learning & Behavior y en éste, se evidencian varios casos en los cuales los perros que están más ligados sentimentalmente a sus propietarios, demuestran una reacción bien impulsiva y hacen lo que sea por atravesar la puerta, si detrás de esta escuchan a su amo llorar.

La psicóloga Emily Stanford, de la Universidad Johns Hopkins y autora de uno de los estudios de este respecto, comentó:

“Descubrimos que los perros no sólo se dan cuenta de lo que sienten sus dueños, sino que si tienen alguna manera de ayudarlos, lo harán cruzando barreras para ayudarles. Todos los dueños de perros tienen una historia de un largo día de trabajo que termina con un llanto en casa y el perro justo ahí, lamiéndoles la cara. Esto es la ciencia que hay detrás de ello”.

Desde hacía algunos años atrás, se había intentado demostrar que los perros son altamente sensibles al llanto de los humanos, pero sólo hasta ahora comienza a analizarse todas las acciones posibles que llevan a cabo los perros, al percibir el llanto de su amo. El estudio de la doctora Stanford es el primero que detalla cómo el peludo va lo más rápido que puede para de alguna manera, mitigar el sufrimiento de su dueño.

El proyecto de investigación surgió de un curioso interés que se despertó en la coautora del mismo, Julia Meyers-Manor cuando se divertía con sus hijos y en medio del juego, ellos le daban almohadazos y le tapaban la cabeza con las almohadas, acción que condujo al perro de manera automática e instintiva, a correr hacia ella y ofrecerle toda su ayuda para que la dejaran tranquila. Desde ese instante, Meyers Manor decidió estudiar en detalle estos comportamientos animales.

Para este estudio en particular, se tuvieron que emplear 34 animales domésticos de diferentes razas y medidas, incluyendo sus propietarios. Entonces se dispusieron aquellas personas detrás de una puerta especial que permitía a los perros verlas al otro lado.

El ejercicio consistía en observar las reacciones de los animales ante el canto y el llanto de sus amos y cuál de estas acciones motivaría a los peludos a lanzarse a atravesar la puerta, e ir desesperadamente hacia ellos. Las canciones no surtieron mucho efecto, pero ante la voz del llanto, estos fieles amiguitos corrieron a la velocidad del rayo a ver cómo consolaban a sus amados dueños.

Un aspecto crucial para los investigadores, fue percatarse del nivel de estrés de los canes en todos los experimentos. Consideraron que cuando el perro escucha el llanto de la persona, no sólo se angustia, sino que además se disgusta por el mismo. Igualmente, los perritos que no pudieron atravesar la puerta por falta de fuerza, se llenaron también de un buen nivel de estrés por la frustración, señaló la doctora Stanford.

La experta expone además, que los perros llevan al lado de las personas desde hace milenios y que es obvio, que han logrado procesar en su instinto colectivo la capacidad de detectar nuestros gestos, comportamientos y psicología. Por tal motivo, la mayoría de quienes disfrutan de la compañía de un can, sospecha que su mascota conoce sus sentimientos.

Estos detalles también son aprovechados por los entrenadores de perros, puesto que fácilmente pueden enseñar desde cachorros, a acudir en defensa de su amo, cuando éste manifieste señales de estar en peligro, tales como gritar, llorar, una palabra clave, etc. Las capacidades de estos animales para percibir la psiquis humana son impresionantes, al punto en que saben a la perfección quién tiene malas intenciones para con sus dueños y ellos mismos.

Del mismo modo, en muchas ocasiones la tristeza de la persona es tan profunda y sostenida, que el perro siente total frustración al no poder consolarlo y por consiguiente, se estresan también y sufren al lado de su fiel amigo.

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