Blackburn Botha
Desde que se fabricó el primer avión autopropulsado, allá en 1904, la aviación ha sido uno de los campos de más rápidos avances y más impresionantes desarrollos, al punto que apenas tres décadas después ya era viable enviar grandes aviones de pasajeros a cruzar el océano. En los 20 años que pasaron entre el final de la I Guerra Mundial y el comienzo de la II se pasó, así mismo, de biplanos en madera a aviones de propulsión a chorro capaces de volar a velocidades muchísimo más altas y de realizar maniobras imposibles en los tiempos del Barón Rojo.
Pero como todo sector que crezca rápidamente, la aviación también ha tenido su dosis de diseños mediocres, inservibles o francamente estúpidos. En este artículo haremos una lista de aquellos que podemos considerar los peores diseños (o los más fracasados) en la Historia de la Aviación:
Blackburn Botha
Durante la Segunda Guerra Mundial el fabricante británico de aviones Blackburn tuvo varios fallos importantes. El más conocido de estos es, sin lugar a dudas, el modelo Blackburn Botha, pensado originalmente como un bombardero de torpedos con dos motores, que voló por primera vez en 1938.
Pero ya desde el comienzo el Botha comenzó a presentar problemas. Para empezar, el avión tenía una visibilidad pésima desde la cabina, lo que llevó a la necesidad de tener un tercer tripulante a bordo. ¿El problema? Que el motor de la aeronave no tenía potencia para tres tripulantes y las bombas, por lo que ahora simplemente no era un bombardero eficaz. Y debido a la mala visibilidad, ni siquiera podía ser usado como avión de reconocimiento.
Así que los Botha que habían sido fabricados pasaron a una tercera vida como aviones de entrenamiento, pero eran difíciles de volar y resultaron en varios accidentes. Finalmente, el avión fue abandonado del todo, incapaz de cumplir ninguno de los objetivos para los que había sido originalmente diseñado.
Royal Aircraft BE9
Durante la Primera Guerra Mundial, uno de los temas más críticos con los biplanos era posicionar su ametralladora de manera que fuese fácil de maniobrar, eficaz a la hora de atacar aviones enemigos y que no representara un peligro para el piloto de la aeronave.
En aras de la innovación, la Royal Aircraft propuso un diseño completamente nuevo en el que la ametralladora y su operador se ubicaban delante del motor y la hélice. Esto le permitía al operador de la ametralladora tener un ángulo de 180° de operación sin el riesgo de dañar la hélice.
Sin embargo, esta posición ponía en gran peligro al operador, pues en la eventualidad de un aterrizaje forzoso sería casi seguramente aplastado por el motor, y peor aún, si una hélice se rompía, era casi fijo que terminaría degollándolo o al menos hiriéndolo de gravedad.
Al final, estos peligros se consideraron excesivos y la aeronave no se usó en combate.
Havilland Comet
La Industria Aeronáutica Británica se encontraba en un muy buen momento luego de la Segunda Guerra Mundial, y en 1952 se fabricó en ese país el que sería el primero de los aviones comerciales con propulsión a chorro: el Havilland Comet. Si bien se trataba de una aeronave extremadamente bien fabricada, tenía un defecto que llevaría a su jubilación temprana: ventanas cuadradas.
El problema con esto fue que las diferencias de presión entre el interior y el exterior del avión, las ventanas cuadradas generaban una gran cantidad de tensión en el fuselaje, lo que hacía que a grandes alturas éste pudiera quebrarse. El resultado fueron tres explosiones en el aire que llevaron a que el avión saliera de operación tan rápido como había entrado. El Reino Unido jamás se recuperaría, y en el futuro serían Francia, Alemania y Estados Unidos quienes tomaran el liderato en la fabricación de aeronaves de propulsión a chorro para el transporte de pasajeros.
CA 60 Noviplano
Bueno, y esta aeronave merece una mención al menos por lo particular… por lo particularmente fea, digo. Se trata de un avión diseñado por el fabricante italiano Caproni que en teoría debería haber sido capaz de llevar 100 pasajeros a través del Atlántico. La aeronave, una monstruosidad que tenía un total de 9 alas (tres pares de tres) y 8 motores, alcanzó a elevarse a una altura de 20 metros antes de colapsar y estrellarse sobre el agua. El piloto alcanzó a salvarse, pero el prototipo se incendió después de su rescate y jamás se fabricó otro.
Messerschmitt Me 163 Comet
Cuando los Nazis estaban perdiendo la guerra, y sus aviones ya no tenían el margen de maniobra de antes, los ingenieros construyeron uno de los primeros aviones-cohete de la guerra, uno que además era capaz de volar 160 km/h más rápido que cualquier avión de combate aliado. ¿El problema? Que sólo tenía combustible para tres minutos de vuelo, y estaba obligado a planear de vuelta a la base.
Además, el combustible (un agente oxidante llamado T-Stoff) era tan volátil que entraba en llamas al contacto con tela o cuero, lo que hacía que incluso recargar el avión fuese un peligro.
Christmas Bullet
Terminamos nuestra lista con uno de los aviones más odiados en la historia de la aviación: la Bala de Navidad, fabricada por un charlatán llamado William Whitney Christmas. El biplano, construido en los 1920’s, tenía unas alas de madera que no estaban aseguradas entre sí, algo común en la época para asegurar que no se rompieran ante la presión. Pero no, Christmas creía que las alas de su avión debían moverse libremente para “aletear” como un ave, y por esta razón las dejó sueltas.
Claro, la madera no podía resistir esta presión, y sus dos primeros prototipos se estrellaron luego de quedarse sin alas en pleno vuelo… terminando con la muerte de los dos pilotos.
Fuentes:
- https://www.bbc.com/future/article/20140522-are-these-the-worlds-worst-plane
Imágenes: wikipedia.org